El próximo fin de semana, conciertos para violín, viola, flauta, piano y arpa que van del periodo clásico hasta el siglo XX serán interpretados por las y los ganadores del Concurso de solistas de la Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh), el cual se lleva a cabo cada semestre desde 2018. Se trata de un programa en el que integrantes de la joven orquesta exhiben sus habilidades musicales, el dominio que tienen de su instrumento y del espacio escénico.

Serán dos presentaciones que se realizarán, la primera el sábado 27 de mayo de 2023, en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes, y la segunda, el domingo 28, en el Salón Adolfo López Materos del Complejo Cultural Los Pinos, a las a las 13:30 horas.

A decir de las y los ganadores de esta edición, es una oportunidad que les permitirá experimentar de forma individual aspectos musicales que no viven como instrumentistas de esta joven orquesta perteneciente al del Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM), institución de la Secretaría de Cultura federal.

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La batuta del director de orquesta y de ópera con amplia trayectoria dentro del ámbito orquestal y la docencia musical, Mario Ricardo Rodríguez Guerra, conducirá este programa integrado por obras como el Concierto para flauta núm. 2, k. 314 en re mayor, de Wolfgang Amadeus Mozart; el Concierto para viola, de William Walton; el Concierto para violín núm. 1, op. 26 en sol menor, de Max Bruch; el Tema y variaciones para arpa y orquesta de cuerdas, op. 100, Joaquín Turina; Navarra, op. 33, Pablo de Sarasate; y el Concierto para piano, op. 16 en la menor, de Edvarg Grieg.

En estos, el público presenciará cómo el sonido de un arpa no siempre es angelical, también vehemente y arrebatado como las cuerdas de una guitarra española, señala Alondra Máynez Hernández, arpista de 23 años, quien interpretará del compositor español, Joaquín Turina, su Tema y variaciones para arpa y orquesta de cuerdas, op. 100, una obra que, a decir de la joven instrumentista nacida en la Ciudad de México, exhibe y enfoca las posibilidades sonoras del arpa, un instrumento que dentro del repertorio orquestal no tiene mucha presencia.

“Para las arpistas de la OECCh, las presentaciones de música de cámara y la realización de este concurso es un impulso a nuestro desarrollo artístico, porque nos permite forjar nuestro carácter como intérpretes. Tocar como solista propone muchos retos porque, además de estudiar la obra, tenemos que contar una historia o proyectar toda la emotividad que hay dentro de una partitura. Por ejemplo, esta composición de Joaquín Turina que voy a interpretar es un viaje que recorre los sonidos y paisajes de España; tiene un sonido estruendoso y elegante a la vez; los glissandos – adornos o efectos sonoros que pasan rápidamente de un sonido a otro, y puede ser más agudo o grave- son más potentes”, comenta la joven arpista.

Por su parte, Javier Salvador Regalado Moreno interpretará la obra Navarra, op. 33, de Pablo de Sarasate, junto a Marco Antonio Teponas Vargas. Una obra para dos violines solistas y orquesta que fue compuesta en 1889 y es un homenaje a la Provincia (Navarra), lugar de nacimiento del compositor español. “Es una jota -danza española- que mi compañero Marco Antonio y yo preparamos de manera especial para este concurso y en el que invertimos dos meses de preparación”, comenta Javier Salvador, quien el próximo mes de junio realizará su examen profesional para obtener el título de Licenciado Instrumentista en violín.

Sobre los retos de participar como solista en este programa de la OECCh, el violinista nacido en la Ciudad de México señala que son varios porque tocar como parte de una orquesta es muy diferente a estar frente a ella y establecer un diálogo musical al mismo tiempo. Ha sido una experiencia muy integral porque no solo depuraron aspectos técnicos y musicales, también los concernientes a la expresividad, para lo cual solicitaron asesoría de las maestras de Expresión corporal, Maricela Medina y la de Técnica Alexander, Louise Marie Phelan.

“Tocar como solista es un gran reto, no solo para estudiar la partitura y lograr el sonido ideal, también tienes que transmitir de manera contundente toda la emotividad que emana de esta. Por esta razón, con apoyo de las maestras Maricela y Louise Marie, Marco Antonio y yo abordamos esta obra de Sarasate como un conflicto amoroso, en el que el sonido de cada violín encarna dos personajes: el de un hombre apasionado y barbón, y el de una mujer enamorada que danzan al ritmo de una jota aragonesa, en el que también suenan castañuelas”, apunta Regalado Moreno.

El objetivo es divertirse y dialogar con la orquesta, así como con el público, coincide Paulina Calixto, joven pianista de 28 años de edad y originaria de Los Mochis, Sinaloa. “Participar como solista es una experiencia única, porque requiere de muchas capacidades y responsabilidades, una prueba individual para cada uno de los que concursamos porque se establece un diálogo con la orquesta y con el público. Un momento que requiere de mucha presencia escénica (conocimiento del espacio escénico) para proyectar y comunicarle al público lo que estamos interpretando, mediante cada gesto, fraseo o nota”, concluye.

De esta forma es como Alondra Máynez Hernández (arpista de la Ciudad de México), Javier Salvador Regalado Moreno (violinista de la Ciudad de México), José Manuel Canché Chan (flautista de Mérida, Yucatán), Marco Antonio Teponas Vargas (violinista de Cuautla, Morelos), Paulina Calixto Barrera (pianista de Los Mochis, Sinaloa), Raymundo Eleazar Hernández Martínez (violinista de Ciudad del Carmen, Campeche), y Zyanya Lorena Fernández Lana (violinista de Toluca, Estado de México), exhibirán su técnica e interpretación musical el sábado 27 de mayo de 2023, en el Centro Nacional de las Artes, y el domingo 28 en el Complejo Cultural Los Pinos. La entrada será libre en ambas presentaciones, la cual está sujeta al aforo de cada recinto.

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