A poco más de un año para celebrarse las elecciones presidenciales de México, los principales aspirantes del oficialismo han acelerado sus estrategias para posicionarse mediáticamente entre los militantes del partido y ganar en la contienda interna de Morena, con la tranquilidad de que el partido fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena, aventaja por un amplio margen a la oposición en las preferencias electorales. 

En esta carrera de los presidenciables —o ‘corcholatas’, como se les conoce en México—, se han vuelto más frecuentes las declaraciones cruzadas, los viajes a otros estados para salir en la foto con alcaldes o gobernadores del oficialismo, la presencia en redes sociales para ganar adeptos jóvenes y colarse entre los políticos populares de TikTok, y hasta la publicación de un libro autobiográfico. 

Diferendos 

En medio de críticas al interior del partido por el método utilizado, Morena tiene previsto realizar dos encuestas para definir al candidato que los representará en los comicios generales del 2 de junio de 2024. La primera se llevaría a cabo en julio próximo, mientras que el segundo ejercicio —que incluirá a los finalistas con mayor aceptación y que tendrá como desenlace la selección del candidato del oficialismo— se definiría para el próximo 2 de diciembre. 

Conforme avanza la carrera adelantada al interior del oficialismo, la aspirante que encabeza las preferencias, la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, lanzó un dardo a los demás contendientes al afirmar que en caso de ser designada la candidata de Morena, invitaría a su equipo de trabajo al canciller Marcelo Ebrard —segundo en las preferencias— y al secretario de Gobernación (Segob), Adán Augusto López Hernández. Con Ricardo Monreal, Sheinbaum mantiene una relación distante y más tensa. 

“Yo le agradezco (la propuesta), qué tierna, ¿no? A mí también me gustaría que estuviese en un cargo del gabinete que voy a encabezar”, reviró Ebrard a Sheinbaum.  

Las preferencias 

De los cuatro candidatos, quien ha sembrado más dudas sobre la transparencia del método escogido por Morena es Monreal, el único de los cuatro presidenciables que tiene una mayor opinión negativa que favorable, según la más reciente encuesta de El Financiero. De las ‘corcholatas’, el exgobernador de Zacatecas es también el menos conocido por la población (el 36 % no sabe quién es). 

En contraste, el titular de la Segob, López Hernández, quien fue diputado, senador y gobernador de su natal Tabasco por un breve período (2019-2021), es el que ha tenido un mayor crecimiento en la opinión favorable, con un alza de siete puntos porcentuales en cuatro meses. Pasó del 22 % de aceptación, en agosto del 2022, al 29 % en marzo del 2023. Pese a la amistad con el presidente mexicano y el alza en las preferencias, el político tabasqueño carga con una losa: el 32 % no le conoce. 

En esta carrera anticipada, Sheinbaum y Ebrard son los que tienen la opinión favorable más alta, del 44 % y 35 %, respectivamente. Destaca el ascenso de la jefa de Gobierno capitalina y la ventaja de nueve puntos sobre el canciller. Le siguen López Hernández (31 %), y en el cuarto puesto, Monreal (24 %).  

A la pregunta de quién preferiría que sea el candidato de Morena, Sheinbaum sacó once puntos de ventaja a Ebrard, con un 32 % respecto al 21 % que obtuvo el secretario de Relaciones Exteriores. Solo un 15 % mostró preferencias por López Hernández, mientras que Monreal se mantuvo muy lejano de la competencia, con solo el 7 % de la tendencia a su favor. 

Afinando estrategias

Conforme se acercan los comicios, Sheinbaum respalda en cada oportunidad al mandatario mexicano. En la opinión pública es considerada como una ‘hija política’ para López Obrador y la exjefa delegacional de Tlalpan también busca potenciar que gobierna a más de nueve millones de habitantes.

En el camino, la mandataria de Ciudad de México se ha visto beneficiada de anuncios populares, como la próxima presentación gratuita de la cantante española Rosalía en el Zócalo capitalino. 

En tanto, el canciller también respalda al actual mandatario, aunque aún es un enigma cómo podrá reaccionar si no es el aspirante elegido en Morena. Previo a los comicios de 2012, Ebrard aceptó su derrota en la encuesta interna del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y no cuestionó al candidato ganador: López Obrador. 

Más allá de que no le ha creado problemas a López Obrador en la Cancillería, Ebrard continúa ganando terreno en el debate público —ampliando las preferencias en la política internacional ante las pocas salidas del presidente al exterior— y fue el primero de los candidatos oficialistas en publicar un libro, una tradición de los políticos mexicanos conforme se acercan los comicios.  

Además, Ebrard es el ‘tiktoker’ más famoso de las ‘corcholatas’ y utiliza su cuenta para burlarse de sus tropiezos, para declarar su amor por los tacos o para admitir que no sabe bailar las canciones de Caballo Dorado. El canciller tiene más de un millón de seguidores en la popular red social, superando a Sheinbaum. 

Por su parte, Monreal podría ser una carta fuerte de la oposición en caso de perder en la encuesta interna de Morena, debido a que es reconocido como un buen negociador en el Senado, capaz de conciliar con los líderes de las distintas bancadas políticas. 

Ese mismo tono conciliador se le atribuye a López Hernández, aunque no se vislumbra que el titular de la Segob busque un diferendo con López Obrador en caso de perder la interna de Morena. 

En lo que las cuatro ‘corcholatas’ no tienen diferencias es que, quien sea que resulte el ganador del oficialismo, aprovechará la popularidad de López Obrador (cuenta con una aprobación ciudadana del 57 %) y el desconcierto de la oposición, en donde no hay perfiles ni candidaturas definidas.

Por ello no sorprende que Morena y sus aliados (PT y PVEM) aventajen con el 52 % de las preferencias electorales, 16 puntos porcentuales de ventaja sobre la potencial alianza opositora (PAN, PRI y PRD), que obtuvo el 36 % del favoritismo en la pregunta de por qué fuerza política votaría si hoy se celebraran las elecciones presidenciales. 

Mientras tanto, López Obrador ha manifestado que quien resulte ganador en la encuesta interna de Morena, “aplicará la misma política” que impulsa su Administración. 

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