El escenario que se presenta para México con la llegada de Joe Biden es mucho más complicado y sinuoso de lo que las autoridades del gobierno de Andrés Manuel López Obrador parecen visualizar, concluye informe de la organización Signos Vitales.
El reporte sobre el futuro que involucra a México y Estados Unidos en el contexto de la llegada de Biden, destaca que el hecho de que las capacidades institucionales de nuestro país se encuentren extremadamente disminuidas y debilitadas implica que las capacidades de respuesta tanto para los problemas internos y necesidades diarias como para los compromisos bilaterales serán igualmente precarias y frágiles.
“López Obrador no pudo haber encontrado un peor momento para poner en marcha su proyecto ideológico de polarización, enfrentamiento social y desmantelamiento del gobierno, como el que actualmente se vive en México y el mundo”, señala el informe.
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Al momento, destaca, el gobierno mexicano se encuentra inmerso en una crisis de desempeño y, en consecuencia, se ha afectado severamente al país ante una incapacidad para tomar y ejecutar decisiones de manera razonada, oportuna y pertinente.
Dice que ante la negativa que ha tenido el gobierno federal para rectificar y reorientar sus acciones en diversos campos, se visualiza complejo que en este momento se puedan llevar a cabo ajustes para hacer que la comunicación, los programas y proyectos, tanto físicos como ideológicos, puedan empatar con los que Biden implementará a partir de enero próximo.
Carlos Hurtado, director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) indicó que la relación con Biden será diferente que con la de Donald Trump, “pero no necesariamente más fácil para México, en la agenda está dominada por medio ambiente cambio climático, desarrollo tecnológico y derechos humanos y en todos estos temas vamos a tener por lo menos raspones si no es que diferencias importantes”.
Inevitablemente, destaca el informe, el proyecto de Biden va mucho más allá que el visualizado por Donald Trump, pues se encamina a consolidar objetivos claros de bien común que tengan un impacto no solo regional sino mundial.
