Ayer en su columna del Diario de Xalapa el abogado Reynaldo Escobar Pérez salió en defensa del exgobernador Fidel Herrera Beltrán ante la serie de señalamientos dirigidos al político cuenqueño en algunos medios de comunicación y desde encubiertas posiciones obradoristas. Hasta la contralora general del estado en su comparecencia incluyó a Herrera Beltrán en una supuesta denuncia multimillonaria contra los tres gobiernos que antecedieron al de Cuitláhuac García.

Para los que no conocen a Reynaldo Escobar, habrá que mencionarles que como abogado litigante fue el que logró sacar de la cárcel a Dante Delgado. Fue académico de la UV, diputado y alcalde de Xalapa antes de ser secretario de gobierno, en el sexenio de Fidel, y un tiempo procurador del estado con Javier Duarte. Tiene un acreditado despacho de abogados, presume que no dejó deudas en el ayuntamiento y que sus cuentas públicas fueron aprobadas por el congreso estatal en la época en que estaba por ahí el panista Miguel Ángel Yunes Márquez como presidente de la comisión de hacienda.

En julio del año anterior Escobar Pérez declaró su interés por volver a buscar la presidencia municipal de Xalapa, recordando que en su tiempo pudo resolver con un relleno sanitario el crítico problema de la basura y también el tema del ambulantaje en la capital, lo cual logró construyéndoles plazas comerciales a los comerciantes ambulantes, después de intensas y exitosas negociaciones con todos los sectores involucrados.

Los ataques de este mes a Herrera Beltrán dejaron “callados como momias” a sus cercanos excolaboradores y excolaboradoras del máximo círculo, los que se mueven alocados entre el onanismo y el morenismo, o bien con pertinaz sigilo tratando de conservar sus cuestionadas actividades empresariales. 

Quizá por ello y respaldado por un prestigio bien ganado y en un notable gesto de solidaridad, fue Reynaldo Escobar el que en su columna periodística sacó la cara por quien fuera su jefe, señalando que “sin rigor metodológico atacan inclusive hasta a personajes hoy alejados de la vida pública, que no están en condiciones de responder con valentía y razón, y que, en su momento, además de desmentir falsas imputaciones en su contra, fueron reconocidos por su liderazgo y su legado de servicio”.

“Políticos de nuevo cuño y saltimbanquis de partidos políticos se regocijan de los ataques cobardes que se lanzan desde el anonimato en contra de quienes, a su paso por el servicio público, fueron reconocidos por su trabajo. Sin embargo, es la realidad la que se encarga de desmentir y aclarar con plenitud las infames calumnias producida por mediocres que jamás alcanzarán la estatura de quienes, con su mente brillante, contribuyeron a la construcción y fortalecimiento de un estado próspero”. 

Como abogado conocedor de la ley y la administración pública, Reynaldo Escobar sabe lo que hizo y lo que dijo. Es notorio que contra Fidel Herrera, ahora postrado por serios problemas de salud, estos intentos mediáticos son solo una andanada de ataques circenses y distractores sin mayor efecto legal, cuando ya caducaron los posibles pendientes de fiscalización de ese gobierno (2004-2010), y después de que las instancias correspondientes a ese tiempo hubieran aprobado todas y cada una de las cuentas públicas estatales de esos años.  

Bien lo dijo Jean Paul Sartre: “A los verdugos se les reconoce siempre. Tienen cara de miedo”. 

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