Una joven a través de Tiktok compartió con sus seguidores todo lo que ingiere en un día normal teniendo fagofobia. 

Esto es un miedo irracional a ahogarse mientras se ingiere algún alimento. 

En el video ella comparte que su desayuno consta de una manzana con avena, un huevo cocido y un licuado, sin embargo, lo que destaca es que para ingerir todos esos alimentos demoró un tiempo aproximado de 43 minutos debido al miedo de atragantarse; el licuado lo consume a cucharadas en vez de beberlo. 

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Por otra parte, en la hora de comida consumió arroz y atún, los cuales son alimentos blandos, en esta ocasión, demoró más de una hora en poder terminar de comer. 

Otro de los alimentos comunes en su dieta son el yogurt y la granola, además de que cada comida la acompaña de agua, la cual bebe antes y después de cada ingesta de alimentos. 

¿Qué es exactamente la fagofobia? 

La fagofobia es un término que se utiliza para describir el miedo o la aversión a tragar o comer alimentos. Las personas que sufren de fagofobia a menudo experimentan una ansiedad significativa cuando se enfrentan a la necesidad de tragar alimentos sólidos o líquidos.

¿Cómo se origina? 

Puede tener diversas causas, que van desde experiencias traumáticas relacionadas con la comida hasta preocupaciones sobre el atragantamiento o problemas de deglución.

Puede llevar a una alimentación limitada o a la evitación de situaciones sociales que involucran comida; en algunos casos, esta fobia puede estar relacionada con trastornos alimentarios u otras condiciones de salud mental, como la ansiedad.

¿Qué alimentos consumen? 

Los alimentos blandos suelen ser más fáciles de tragar, por lo que las personas con fagofobia pueden preferirlos. Ejemplos de alimentos blandos son purés, yogur, compotas de frutas y sopas.

Las bebidas y los alimentos líquidos, como batidos, sopas enriquecidas y licuados, pueden ser una opción. 

Alimentos que no requieren una masticación extensa, como papillas o alimentos preenvasados suaves. 

Las personas con fagofobia tienden a evitar alimentos que son secos o duros, como galletas, pan crujiente, frutos secos o carnes muy fibrosas.  

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