Una colaboración científica entre investigadores rusos y canadienses de la Universidad de Columbia Británica (UCB) permitió describir dos nuevos grupos filogenéticos de depredadores microbianos eucarióticos, considerados los ‘leones del mundo microbiano’. El grupo de los mordiscos (nibblerids, en inglés) mordisquea trozos de sus presas utilizando estructuras similares a los dientes. El otro grupo, de los nebulidos, engulle a sus presas enteras. Y ambos comprenden una, recientemente descrita, rama antigua en el árbol de la vida llamada Provora. 

Leones del mundo microbiano

Aunque estos microbios son escasos, resultan extremadamente importantes para el ecosistema, dice el autor principal, el Dr. Patrick Keeling, profesor de la UCB. “Imagínate si fueras un extraterrestre y hicieras un muestreo del Serengeti [Tanzania, África]: obtendrías muchas plantas y tal vez una gacela, pero no leones. Pero los leones sí importan, incluso si son escasos. Estos son los leones del mundo microbiano”, explicó Keeling.

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Utilizando muestras de agua de hábitats marinos de todo el mundo, incluidos los arrecifes de coral de Curazao, sedimentos de los mares Negro y Rojo, y agua de los océanos Pacífico y Ártico del noreste, los investigadores descubrieron diez cepas, no descritas previamente, de depredadores microbianos. “Noté que en algunas muestras de agua había organismos diminutos con dos flagelos o colas, que giraban convulsivamente en su lugar o nadaban muy rápido. Así comenzó mi búsqueda de estos microbios”, dijo el primer autor, el Dr. Denis Tijonenkov, investigador de la Academia de Ciencias de Rusia.

El estudio de estas rarezas

Tijonenkov notó que, en las muestras en las que estaban presentes estos microbios, casi todos los demás habían desaparecido al cabo de uno o dos días. Estaban siendo devorados. El científico alimentó a los voraces depredadores con protozoos pacíficos. De este modo cultivó los organismos para estudiar su ADN.

“En la taxonomía de los organismos vivos, a menudo usamos el gen ’18S rRNA’ para describir la diferencia genética. Por ejemplo, los humanos se diferencian de los conejillos de Indias en este gen por solo seis nucleótidos. Nos sorprendió descubrir que estos microbios depredadores difieren entre 170 y 180 nucleótidos en el gen 18S rRNA de todos los demás seres vivos de la Tierra. Quedó claro que habíamos descubierto algo completamente nuevo y sorprendente”, dijo el Dr. Tijonenkov.

Los investigadores afirmaron que en la era de los análisis biológicos de alto rendimiento, la investigación de la diversidad eucariota a través del cultivo microbiano sigue siendo indispensable para el descubrimiento de eucariotas raros pero importantes desde el punto de vista ecológico y evolutivo. Los resultados de esta investigación se publicaron, recientemente, en Nature.

Nueva rama de la vida

Comprender más sobre estas ramas de la vida potencialmente no descubiertas nos ayuda a comprender los fundamentos del mundo viviente y cómo funciona la evolución. “Ignorar los ecosistemas microbianos, como solemos hacer, es como tener una casa que necesita reparación y solo redecorar la cocina, pero ignorando el techo o los cimientos”, dijo el Dr. Keeling. “Esta es una antigua rama del árbol de la vida que es más o menos tan diversa como los reinos animal y fúngico combinados, y nadie sabía que estaba allí”.

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