Durante la época geológica del Mioceno (entre 23 y 5,3 millones de años atrás), nuestro planeta estaba habitado por varias especies de depredadores de la familia de los anficiónidos (Amphicyonidae), conocidos popularmente como ‘perros oso’. Muy variados en su tamaño y peso, desde 9 kg hasta los 600 kg del temible ‘Amphicyon ingens’, eran depredadores exitosos y parientes lejanos de los mamíferos carnívoros modernos.
Ahora, un equipo internacional de investigadores liderado por el paleontólogo suizo Bastien Mennecart ha descubierto un nuevo género de ‘perro oso’ que vivió en el sur de la actual Francia hace unos 12 millones de años.
El hallazgo se realizó a partir del análisis de una mandíbula inferior encontrada en depósitos marinos de 12,8 a 12 millones de años de antigüedad en la pequeña comunidad de Sallespisse, detalla un comunicado del Museo de Historia Natural de Basilea (Suiza), en cuyos fondos se encuentra el fósil.
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La morfología única del cuarto premolar del fósil permitió a los científicos clasificarlo como un género nuevo, el cual bautizaron ‘Tartarocyon cazanavei’ en honor a Tartalo, un pastor cíclope de la mitología vasca, y Alain Cazanave, el propietario del terreno en los Pirineos Atlánticos donde se realizaron las excavaciones.
Los investigadores estimaron la masa del animal en unos 200 kilos, lo que lo convierte en uno de los ‘perros oso’ conocidos más grandes de Europa.
Extinta hace unos 7,5 millones de años, la familia de los ‘perros oso’ era ecológicamente diversa, pero todos sus especies mostraban dietas típicas mesocarnívoras (consistentes en un 50-70% de carne), omnívoras y trituradoras de huesos.
Los científicos indican en su estudio, publicado en la revista PeerJ, que el descubrimiento de ‘Tartarocyon cazanavei’ ilustra aún más la diversidad de los anficiónidos en Europa, tanto de sus masas corporales como de sus dietas.
El equipo propone llevar a cabo análisis exhaustivo de la diversidad taxonómica y ecológica de los anficiónidos para comprender mejor el impacto de los factores bióticos y abióticos en la evolución de estos depredadores.