La resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad. A través de los años, la humanidad ha sufrido guerras, terremotos, accidentes, y todas estas pérdidas o situaciones de estrés, generan depresión y enfermedades.

La cuestión es explicar por qué a algunas personas, parecen afectarlas más emocionalmente que llegan a derrumbarse, sin embargo, a otras, las fortalece, haciéndolas más fuertes.

Se han efectuado numerosos estudios neurocientíficos, para demostrar que las personas con mayor resiliencia, tienen mayor equilibrio emocional.

Del latín la palabra resilio, significa “volver atrás”, “volver a entrar”, sería como un volver a empezar.

Tal vez podamos comprender mejor el tema a través de la neurociencia de la resiliencia. Es la ciencia que estudia la capacidad de las personas para enfrentar situaciones adversas y traumáticas de estrés, y mantener el equilibrio emocional, saliendo transformado positivamente por la experiencia.

Para eso se ha tratado de descifrar cómo funciona el cerebro resiliente.

La resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad

Normalmente el cerebro humano tiene la capacidad de cambiar y adaptarse ante situaciones nuevas. Este proceso se llama neuro plasticidad, lo cual es esencial para la resiliencia.

Ante situaciones de estrés, las neuronas del cerebro comienzan a adaptarse y responder frente al estímulo del estrés.

Los aspectos importantes para la resiliencia parecen ser la empatía, la creatividad, la regulación emocional y la toma de decisiones.

Y los partícipes necesarios para llevar a cabo esos aspectos son los Neurotransmisores, que son importantes para la comunicación neuronal.

Los neurotransmisores, son compuestos químicos que activan las señales eléctricas y la comunicación entre las distintas áreas del cerebro y se comportan de distinta manera frente al estrés y la capacidad de recuperación frente a situaciones difíciles.

Las personas con mayor resiliencia tienen mayor equilibrio emocional

Los protagonistas de la resiliencia a nivel cerebral son:

La serotonina, el neurotransmisor del bienestar. Está directamente relacionado con los estados de ánimo y la regulación emocional.

La dopamina es la responsable de la motivación, la recompensa y el aprendizaje.

La noradrenalina está relacionada con la activación de la respuesta al estrés.

El Gaba es el gama aminobutírico, es el principal inhibidor del cerebro, importante en la regulación del estrés y de la ansiedad.

A mayores niveles de Gaba, mejor respuesta al estrés.

Recientemente se ha demostrado que, a niveles adecuados de serotonina, dopamina y noradrenalina, mayor resiliencia.

Otros factores que tienen que ver con la resiliencia, son la genética, el ambiente y las experiencias vividas.

A nivel cerebral, además de los neurotransmisores, se lo nombra al hipocampo, es un área del cerebro fundamental para el aprendizaje y la memoria.

Está demostrado que durante el estrés el hipocampo se activa y se fortalece.

En conclusión, existe un refrán que dice:” Lo que no mata, fortalece”. Y parte de ese fortalecimiento, lo podemos crear con pensamientos positivos, generando vínculos amistosos, meditación y una actitud constructiva en la vida.

Dra. Mabel Amen, médica dermatóloga, periodismo científico y digital

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