Sí, la obesidad se considera un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos neurodegenerativos.
La relación entre la obesidad y el deterioro cognitivo se ha investigado durante varias décadas y se ha encontrado que la obesidad está asociada con un mayor riesgo de desarrollar demencia.
Se cree que la obesidad puede afectar el cerebro de varias maneras. En primer lugar, el exceso de grasa corporal puede desencadenar una respuesta inflamatoria crónica en el cuerpo, lo que a su vez puede afectar la salud del cerebro. Además, la obesidad se ha relacionado con una mayor resistencia a la insulina y un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, lo que puede aumentar aún más el riesgo de deterioro cognitivo y enfermedad de Alzheimer.
La obesidad esta considerada como un factor de riesgo modificable en la prevención de la enfermedad de Alzheimer.
La obesidad riesgo de Enfermedad de Alzheimer
El Alzheimer es la principal causa de demencia en todo el planeta y en España afecta a unas 800.000 personas.
La enfermedad de Alzheimer se considera la nueva epidemia del siglo XXI. Se estima que para el año 2050 el número de personas con Alzheimer ascienda a 131.5 millones.
Todos los 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y auspiciado por Alzheimer’s Disease International.
La obesidad se ha relacionado con la enfermedad de Alzheimer en etapas avanzadas de la vida. Se prevé que el 85% de los adultos estadounidenses tendrán sobrepeso o serán obesos en 2030, y se calcula que la demencia afectará a 131 millones de personas en 2050, por lo que es crucial comprender la relación entre la salud cerebral y el peso corporal.
Es una enfermedad mental incurable que va degenerando las células nerviosas del cerebro y disminuyendo la masa cerebral, de forma que los pacientes muestran un deterioro cognitivo importante que se manifiesta en dificultades en el lenguaje, pérdida del sentido de la orientación y dificultades para la resolución de problemas sencillos de la vida cotidiana.
Factores de riesgo de enfermedad de Alzheimer
Aunque no hay evidencias científicas, se piensa que el origen de la enfermedad se debe a una combinación de factores de riesgo, algunos de ellos no modificables, como la edad o la genética).
Pero sí que existen algunos factores modificables, de estilo de vida. Mediante el control de los nueve factores de riesgo identificados se podrían potencialmente prevenir entre 1 y 3 millones de casos de Alzheimer en el mundo, según informa la Sociedad Española de Neurología (SEN).
El 35 por ciento de los casos de Alzheimer se pueden atribuir a nueve factores de riesgo «potencialmente modificables»: diabetes mellitus, hipertensión arterial en edad media de la vida, obesidad en edad media de la vida, tabaquismo, inactividad física, depresión, inactividad cognitiva o el bajo nivel educativo, la hipoacusia (pérdida de la audición) y el aislamiento social, según el Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la SEN, Juan Fortea.
Los factores de riesgo modificables sabemos que pueden darse en edades muy precoces, como la escolarización, en edades medias y avanzadas, donde se puede incidir en el control del peso, en el de la diabetes o en la práctica del ejercicio físico…”.
En la edad media, la hipertensión y la obesidad y la pérdida de audición, contribuyen al desarrollo tardío del Alzheimer, mientras que en edades más avanzadas el tabaquismo, el sedentarismo, la diabetes, la depresión o el aislamiento social son los factores de riesgo” con mayor impacto.
Sociedad Española de Neurología