Muchas personas comienzan su día con una taza de café en ayunas, pero hacerlo podría no ser tan beneficioso como parece. Existen varios motivos por los que este hábito puede afectar tu salud de manera negativa. Si quieres saber cómo influye en tu cuerpo y por qué es mejor evitarlo, aquí te contamos las razones.

El café es la bebida favorita de muchas personas al comenzar el día, y aunque algunos prefieren alternativas como el té verde o el matcha, el café sigue siendo favorito por excelencia. Sin embargo, es importante tener en cuenta un detalle: tomar café con el estómago vacío puede no ser lo mejor para tu cuerpo.

Acidez

Tomar café en ayunas puede causar un aumento de la acidez gástrica, ya que el café estimula la producción de ácido clorhídrico en el estómago. Si no hay alimentos que lo equilibren, este ácido puede irritar la mucosa gástrica, lo que provoca sensaciones de ardor, reflujo y gastritis, especialmente en quienes son más propensos a estos problemas.

Además, la cafeína acelera la motilidad intestinal, lo que puede generar calambres, hinchazón y otros trastornos digestivos, particularmente en personas con un sistema digestivo sensible. Por lo tanto, es mejor evitar tomar café en ayunas y no poner en riesgo la salud estomacal.

Cortisol y estrés

Tomar café en ayunas también puede afectar nuestro equilibrio hormonal, especialmente al incrementar los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Aunque los niveles de cortisol son naturalmente más altos por la mañana, al consumir café sin haber comido nada, estos niveles pueden subir aún más.

Esta sobrecarga de cortisol puede generar nerviosismo, ansiedad y una sensación de irritabilidad. Si este hábito se repite con frecuencia, puede interferir no solo con el estado de ánimo, sino también con el metabolismo y la calidad del sueño.

Este hábito también puede jugar un poco con los niveles de azúcar en tu sangre, pues la cafeína hace que suba el azúcar, pero si no has comido nada, esa subida puede ser seguida por una caída rápida que te deje sintiéndote cansado, con hambre o hasta de mal humor. Por eso, lo mejor es acompañar tu café con algo de comida para evitar esos altibajos.

Comenzar el día con una taza de café sin haber comido algo antes puede afectar tu bienestar, ya que puede generar molestias estomacales y desequilibrios en tu metabolismo. Para prevenir estos problemas, es mejor optar por un desayuno nutritivo que proteja su estómago y regule los efectos de la cafeína.

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