El momento de dormir es uno de los más esperados del día para muchos, pues es entonces cuando se reponen las energías; sin embargo, quienes padecen de ronquidos nocturnos pueden ver ese descanso mermado.
Parte del cuidado de la salud es también el sueño, por lo que cada vez más personas buscan remedios o soluciones naturales para abordar temas como son los ronquidos.
Una razón que lleva a las personas a roncar es la relajación de los músculos del cuello y garganta; por lo que practicar ciertos ejercicios específicos para fortalecer estos músculos resulta a una gran estrategia que ha ganado popularidad recientemente.
¿Cómo se producen los ronquidos?
En una consulta a ChatGPT, la inteligencia artificial explicó que el ronquido se produce cuando el flujo de aire a través de las vías respiratorias superiores se encuentra con obstrucciones parciales.
Este bloqueo provoca que los tejidos vibren y así se genere el conocido sonido.
“Esta obstrucción a menudo está vinculada a la relajación excesiva de los músculos del cuello y la garganta durante el sueño”, dijo.
¿Cuáles son los ejercicios ayudan a reducir los ronquidos?
- Ejercicio de Lengua: Extender la lengua hacia afuera y realizar movimientos laterales puede fortalecer los músculos de la lengua y la garganta, ayudando a mantener las vías respiratorias abiertas.
- Ejercicio de Paladar Blando: Pronunciar las vocales de manera exagerada ayuda a fortalecer los músculos del paladar blando, contribuyendo a prevenir la flacidez que podría causar ronquidos.
- Ejercicio de Garganta: Movimientos de tragar saliva, especialmente inclinando la cabeza hacia atrás, activan los músculos de la garganta, fortaleciéndolos y mejorando la firmeza de las vías respiratorias.
- Ejercicio de Mandíbula: Movimientos simulados de masticación y apertura controlada de la mandíbula ayudan a tonificar los músculos del cuello y la garganta, reduciendo la probabilidad de obstrucciones.
- Ejercicio de Estiramiento del Cuello: Inclinar la cabeza hacia atrás y mantener esa posición durante unos segundos estira y fortalece los músculos del cuello, mejorando la estructura de las vías respiratorias.
Recuerda que aunque estos ejercicios parezcan una solución prometedora, no son absolutos, por lo que se recomienda acudir con un profesional; ya que los ronquidos tienen múltiples causas, y es importante abordar cualquier preocupación subyacente.
