Apenas concluida la elección a gobernador el primero de julio pasado, las cosas se pusieron complicadas para Américo Zúñiga Martínez debido a su desordenado paso por la presidencia municipal. La Contraloría interna del ayuntamiento de Xalapa y el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) ya con las auditorías y con la evidencia de las irregularidades de la cuenta pública municipal, se han visto obligados a tomar medidas enérgicas contra las huestes americanistas y su ambicioso jefe.

Los frecuentes señalamientos de los medios de comunicación y de la sociedad, las denuncias presentadas ante las autoridades correspondientes y la inhabilitación de exfuncionarios del ayuntamiento, son los temas que hoy confluyen en la capital del estado y ponen a cada quien en su lugar.

Pánico en el entorno cercano a Américo, terror en sus excolaboradores de Palacio y apresurados controles de daños de ese desmotivado equipo, es lo único que está trascendiendo entre los grupos políticos priistas y los desfallecientes aplaudidores orgánicos del inflado político.

Se sabe que el alcalde Hipólito Rodríguez tiene en su poder un grueso expediente comprobatorio de las numerosas obras que se construyeron o pavimentaron sólo en papel. Y como resultado de las acuciosas investigaciones del ORFIS, se comenta que han cuantificado enormes faltantes en la Tesorería, en el área de obras públicas y en la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento que suman varios centenares de millones de pesos que seguramente se fueron al agua, al pago de sueldos estratosféricos, a frecuentes viajes al extranjero, a eventos VIP en la Ciudad de México y a semanales y emotivos cenáculos de la autocomplacencia.

Desde siempre este portal ha señalado la insuficiencia ética y profesional de este personaje de ficción política que se llevó entre las patas al excandidato a gobernador del PRI.  El 5 de julio de 2016 Palabras Claras publicó un editorial titulado AMÉRICO, EN CABALLO DE HACIENDA, en el que se dijo lo siguiente:

 “Al dos por uno, los veracruzanos vimos como Fidel premió a padre e hijo, debido a los cuantiosos votos imaginarios que proveyó Guillermo Zúñiga a su elección como gobernador. Al personaje mayor, le permitió pegarse a la ubre y hacer camino educativo, y al muchacho, inventarlo como secretario del trabajo…Su paso en la función pública estatal lo vivió entre lo gris y lo oscuro.”

“O más bien en lo oscurito, como cuando en la casa xalapeña del cisne, este lo planchó en penumbras… Esa noche, enfrente del Club Britania, Ameriquito lloró su primera genuflexión y juró desquitarse, al puro estilo duartista.”

“Y su venganza le ha dado buenos frutos, aprovechando que las lámparas de Xalapa han estado enfocadas hacia lo que ocurre en el Palacio de Gobierno…Su falta de vergüenza ha sido constante.” 

“Pero su soberbia y omnipotencia rebasa todos los límites. Américo cree que la sociedad no se da cuenta de sus recientes inversiones inmobiliarias…Hemos informado que el puente Unión (que se erigió con apoyo económico de empresarios) mejora la vialidad a terrenos que alguna vez pertenecieron a la hacienda de las Ánimas, y a otros que comercializa un funcionario del Ayuntamiento, a unos metros de esa obra.”

“También informamos sus acciones contra el deporte, al cancelar las canchas de Casa Blanca, para convertirlas en una plaza comercial, y así beneficiar propiedades aledañas, recién adquiridas por él… Pero la cereza del pastel, es la adquisición de cuatro hectáreas cercanas a la Hacienda de El Lencero, ubicadas dentro del área de mayor plusvalía de la zona conurbada de Xalapa.”

 “Los xalapeños duermen inoculados por la peste del centro histórico, mientras un jinete avanza sin contratiempo, envuelto en la penumbra. Es Américo, que cabalga en caballo de hacienda.”

Así pasaron los años, y como oportunamente se afirmó, la hacienda municipal de Xalapa es la que sufrió las reiteradas extracciones de Américo Zúñiga. Su equipo cobró sueldos exorbitantes y alejados de los tabuladores oficiales, medrando sin pudor ni medida los recursos del erario y negociando todos y cada uno de los contratos de obras y servicios de esa gestión.

En estos días, debe ser tanta la desesperación de ese grupo, que, según trasciende, ayer mismo consiguieron que uno de los recién inhabilitados, dejara a su hermana como sustituta en el cargo que aquel tenía en un Tribunal.

En el caso de la Contraloría interna del municipio xalapeño y del propio Órgano de Fiscalización en Veracruz, la sociedad espera que honren el compromiso ciudadano y apliquen estrictamente los criterios técnicos y jurídicos que han prometido.

Igualmente en este espacio se advirtió el pasado 2 de abril “el ORFIS ha integrado voluminosos expedientes para denunciar a varios alcaldes que siguiendo el ejemplo del duartismo pensaron que en el estado de Veracruz no había lucha contra la corrupción y la impunidad de sus autoridades. Por esa razón existe una gran preocupación en ex ediles y funcionarios de municipios como: Xalapa, Coatzacoalcos, Catemaco, San Andrés Tuxtla, Emiliano Zapata y Tuxpan, principalmente.”

Ojalá y en los demás casos semejantes a lo acontecido en Xalapa, el Auditor Lorenzo Antonio Portilla y las autoridades municipales encuentren la coordinación necesaria para concretar los esfuerzos contra la corrupción que establece la Ley.

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