López Obrador es un gobernante que quiere hacer creer que todo lo tiene controlado en México, pero la realidad es que enfrente tiene a no pocos personajes políticos y empresariales que no puede manejar porque son muy parecidos a él en los afanes de trascendencia y en la terquedad, vista esta como algo positivo para la nación.
Y estas personalidades se encuentran en todos los partidos, en todas las instituciones de gobierno y en muchas organizaciones sociales, privadas o de carácter ciudadano independiente. Muchas mujeres destacadas de la nación e intelectuales congruentes están en esta circunstancia.
Uno de esos casos inmanejables para AMLO es el senador Ricardo Monreal, actualmente de moda en Veracruz y en diversas entrevistas periodísticas en las que insiste en que será candidato a la presidencia.
Y resulta que, en este objetivo central de llegar a palacio nacional, el zacatecano necesariamente tiene que pasar por Veracruz, el tercero o cuarto padrón electoral del país. Y también resulta que en el estado jarocho, Monreal tiene sus quereres, y por lo que se ve con el tema de los 6 jóvenes detenidos por los famosos “ultrajes a la autoridad”, también tiene sus deberes bien establecidos por acá. Quereres y deberes que podrían causar tremendos daños a la idea de una sucesión a modo para Cuitláhuac García y su guía de la Ciudad de México. Una tarea fácil si se consideran los escuálidos resultados de ese desgobierno en Veracruz.
López Obrador, Cuitláhuac y los lenguaraces colaboradores morenistas y cuitlahuistas de cuarta, olvidan que el tropiezo que en la elección pasada tuvo MORENA en la capital del país, en mucho tuvo que ver con la inteligente operación que Monreal ha tenido ahí desde aquellos meses cuando el dedo de Andrés Manuel “encuestó” a los chilangos e hizo ganar a Claudia Sheinbaum como candidata a gobernadora de CDMX. Recuérdese que en la propia prensa nacional, los sorprendidos jefes electorales le echaron la culpa a Monreal de haber perdido un poco más de la mitad de votos en esa contienda que les arrebató 9 alcaldías de las más importantes.
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Ricardo Monreal no está de paso en Veracruz, viene a hacer campaña para lo que viene. Y si ya pudo mover los hilos allá en la metrópoli, acá en el territorio veracruzano tiene elementos de sobra para elegir de qué hablar y en qué tiempo hacerlo y con cuáles personas establecer alianzas y mecanismos para 2024.
Y como recordatorio de sus posibles sinergias (recordando el término preferido de Fidel Herrera), ahí está este ramillete de personajes que el inquilino del palacio nacional no ha podido llevar a su redil: Dante Delgado, Miguel Ángel Yunes, Julen Rementería, los grupos feministas de Veracruz, los intelectuales y organizaciones como la CATEM, las tribus que mueven el pandero del PRD y los priistas reales que Marlon no tiene registrados y a quienes el exsubsecretario ya cansó con sus malos y caprichosos juegos de kínder.
Si Monreal ya lo hizo fácilmente en CDMX, cuando todo era poder amliano, por qué ahora en la decadencia obradorista, no lo va a conseguir en Veracruz. Es una verdad que el efecto mariposa fue el que trajo a Monreal al suelo veracruzano. Acaso vendrá a perder imagen. No lo creemos. ¿O, usted, qué opina?
