74 países de bajos ingresos se enfrentan a un aumento de 10.900 millones de dólares en sus pagos de deuda este año, lo que dejará a algunos en condiciones de impago, informa The Financial Times citando datos del Banco Mundial.

Este grupo de naciones tendrá que abonar unos 35.000 millones de dólares a bancos y entidades no bancarias en 2022, lo que supone un 45 % más que en 2020.

El incremento de la deuda se debe a que durante la pandemia los países pobres se dirigieron a mercados de capital y no a organizaciones para tomar préstamos.

Te puede interesar: México inmoviliza más de 380,000 unidades de cereales de Kellogg’s que presentaban “imágenes animadas” en su etiquetado

Uno de los más vulnerables es Sri Lanka, que debe desembolsar 4.500 millones de dólares comenzando con obligaciones internacionales por 500 millones de dólares ya este mes. S&P Global advirtió la semana pasada sobre una quiebra posible tras rebajar el ranking de sus bonos gubernamentales. Ghana, El Salvador y Túnez también se encuentran en el grupo de riesgo.

En su informe divulgado la semana pasada, el Banco Mundial advirtió que un 60 % de todos los países de bajo ingreso necesitan reestructurar su deuda o corren el riesgo requerirlo.

La presión sobre los países pobres crece porque este nuevo año se reanuda el pago de deudas que fueron suspendidas durante la pandemia, bajo la iniciativa del Grupo de los 20 países industrializados y emergentes lanzada en abril de 2020. Aunque se planeaba ahorrar un total de 20.000 millones de dólares a 73 naciones, solo 42 países se aprovecharon del programa.

Emmanuel Moulin, presidente del Club de París, que coordina la iniciativa, anunció en diciembre pasado que muchos países no buscaron aliviar su deuda por el miedo a no poder gozar de financiación china en el futuro.

Asimismo, la refinanciación de la deuda va encareciendo con las expectativas de los bancos centrales aumenten los tipos de interés, que llevaban dos años a niveles bajos.

Publicidad