Una iglesia de Detroit que se llenó de música góspel fue el marco perfecto para que miles de personas, entre ellas el expresidente William Clinton y el cantante Stevie Wonder, rindieran tributo y dieran el último adiós este viernes a “La Reina del Soul”, Aretha Franklin.

El servicio fúnebre fue una celebración a la vida y al legado del ícono musical y la luchadora por los derechos civiles en Estados Unidos, que se convirtió en un gran espectáculo de seis horas de duración en el Templo de la Gran Gracia, en su ciudad natal de Michigan, donde se dieron cita celebridades de Hollywood y personalidades de la política.

El expresidente Clinton indicó que Franklin fue una mujer que “vivía con valor (…) no sin miedo, pero superando sus miedos. Ella vivió con fe. No sin fallas, sino superando sus fracasos. Ella vivía con poder. No sin debilidad, pero superando sus debilidades. Simplemente la amaba”.

El exmandatario le otorgó a la cantante la Medalla Nacional de las Artes y las Humanidades en 1999, y durante su mandato también le confirió los Honores del Centro Kennedy, además de que Franklin actuó en la Cena de Corresponsales de la Casa Blanca durante la administración Clinton.

El obispo Charles Ellis III, quien ofició una misa en memoria de la cantante, llamó en varias ocasiones a la congregación reunida en el templo a levantar la voz. “¡Vamos este es un servicio de la iglesia, levanta tu voz!”.

Entre los asistentes estaban las cantantes Chaka Khan y Ariana Grande, quienes levantaron su voz.

Tras algunas lecturas de la Biblia, la cantante Faith Hill cantó el tema clásico “Qué amigo tenemos en Jesús”, que Franklin incluyó en su álbum en vivo de 1972 “Amazing Grace”.

Los líderes de derechos civiles Jesse Jackson y Al Sharpton estuvieron en el escenario para honrar las contribuciones de Franklin al movimiento por los derechos civiles de la década de 1960. Temas interpretados por la cantante, como su éxito “Respect” de 1967, fueron himnos para esa época.

Habiendo cantado en las inauguraciones de tres presidentes: James Carter, Clinton y Barack Obama, Franklin era una institución estadunidense. Fue galardonada en 2005 con la Medalla Presidencial de la Libertad, por el entonces presidente George W. Bush.

El cuerpo de Franklin, ataviado con un traje dorado con lentejuelas, fue acompañado a la iglesia por una caravana de autos Cadillacs rosados, en alusión a su éxito de 1985, “Freeway of Love”, en el que cantó: “Nos vamos a la carretera del amor en mi Cadillac rosa”.

En el vestíbulo de la iglesia se podían ver los arreglos florales enviados por algunos de los amigos más conocidos de Franklin, como Tony Bennett, Barbra Streisand y Diana Ross, informó la cadena CNN.

Aunque se había anunciado que el funeral estaría cerrado al público, una multitud de admiradores se reunió afuera, muchos vestidos con sus mejores galas, por lo que algunos fueron admitidos en la iglesia.

Franklin, quien murió a los 76 años en su casa de Detroit, a causa de cáncer de páncreas, comenzó su carrera musical como niña cantando en la Iglesia Bautista New Bethel de la ciudad, donde su padre, C.L. Franklin, era el pastor.

La ciudad ha tratado su muerte como si fuera un miembro de la realeza, con el cuerpo de Franklin expuesto al público durante dos días en la gran rotonda de la historia del Museo Charles H. Wright de historia afroamericana.

La cantante será sepultada este viernes en el Cementerio Woodlawn de Detroit, cerca de los restos de su padre; su hermano, Cecil Franklin; y sus hermanas, Carolyn y Erma Franklin.

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