En países como Mozambique y Cabo Verde, la esclavitud es un tema que sigue doliendo, coincidieron los escritores Antonio Emilio Leite Couto, conocido como “Mia Couto” (1955), y Germano Almeida (1945).

Los autores, quienes forman parte de la delegación portuguesa en la FIL de Guadalajara, hablaron con los medios sobre la oralidad en sus obras, el Premio Camoes y la esclavitud en el también llamado ‘Continente Negro’.

Para Couto, la esclavitud no es algo del pasado, sino que se trata de un tema que sigue presente, toda vez que dijo, ‘hoy existen formas de esclavitud que son más insidiosas y no hacemos algo para remediarlo, para dar una respuesta’.

“Mozambique es un país donde sigue la esclavitud de la forma transcontinental pero no existe remedio. Las personas quieren olvidar este momento, porque saben que la memoria de lo que ha ocurrido es doloroso y puede generar conflictos”, dijo el autor, cuya producción literaria goza de enorme prestigio en los países de lengua portuguesa.

Para Almeida, autor que ejerce la abogacía en la isla de Sao Vicente, Cabo Verde tiene algo diferente con la esclavitud porque este país, dijo, ha sido creado por esclavos.

“Teníamos esclavos que venían de África y de muchas prisiones. Cabo Verde ha sido el primer lugar donde ha aparecido esta raza que son los mulatos como nosotros, indicó el autor para quien, en su país de origen, la esclavitud no ha tenido el efecto que otras colonias portuguesas porque el hombre cabo verdiano ha podido salir más temprano”, señaló.

Ganadores del Premio Camoes, el equivalente al Premio Cervantes en lengua portuguesa, Couto en 2013 y Almeida en 2018, hablaron sobre este galardón con el cual se dieron a conocer no solo en la literatura lusa, sino de Hispanoamérica.

“El Camoes es el premio literario más importante en lengua portuguesa y estoy contento y honrado, pero es difícil hablar de ellos, porque me parecen que son un accidente literario”, consideró Couto.

Para Almeida, el Camoes es un premio que le vino a cambiar su vida, sobre todo en la parte económica, además de que con él, cambió su forma de escribir.

“Estoy contento sobre todo porque tiene una parte financiera muy buena y eso para un pobre como yo, es muy bueno. Los premios literarios no han cambiado mi vida, sino lo que lo ha cambiado es mi manera de escribir”, refirió.

Definido como un contador de historias de su pueblo, Couto también habló sobre la oralidad, la cual dijo, es absolutamente dominante en Mozambique.

“La oralidad no es algo característico desde los indígenas o pueblos primitivos, sino que es algo que existe dentro de todos nosotros. En Mozambique esta oralidad representa la fundación de muchas historias, porque las personas hablan las unas con las otras y así se crean las historias. En Mozambique es difícil que no se sea escritor”, opinó.

Para Almeida, la oralidad es fundamental en un autor, y surgió no en la época moderna, sino desde su infancia, cuando la gente se juntaba y salía a contar sus historias en su pueblo.

“Entonces ahora cuando escribo, tengo siempre un interlocutor a quien le cuento una historia, y es por eso que mis historias tienen algo coloquial como si estuviera hablando con alguien. Estamos en la calle y tenemos todo este mundo que se convierte en historias, mi función como escritor es abrir esta puerta de la página para ese mundo y crear esa oralidad”, indicó.

Ambos autores ofrecerán la charla “Desde las dos orillas” en el pabellón del invitado de honor, Portugal.

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