Padura (La Habana 1955) recuerda cómo en los años setenta y en los ochenta “se publicaban muchos libros y había mucha literatura” en Cuba, pero lamenta las limitaciones a las que los “buenos lectores” de la isla se enfrentan para cultivar su afición.

“En mi caso específico, tengo la suerte de que viajo con frecuencia y, en mis viajes, puedo acceder a determinada literatura. Para otros muchos cubanos existe la alternativa de la lectura en digital. Muchas veces llegan copias ‘piratas’, que yo a veces también leo porque es la manera que uno tiene de acceder a determinada obra en determinado momento”, explica el escritor en la Casa de América de Madrid.

Es esa institución la que acoge esta semana un monográfico sobre el autor cubano, como ya hiciera en otras ocasiones con otros representantes de la literatura latinoamericana como la nicaragüense Gioconda Belli o los chilenos Isabel Allende o Roberto Bolaño.

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El autor de la tetralogía Las cuatro estaciones -protagonizada por el enigmático y carismático detective Mario Conde- dice sentirse muy a gusto en Mantilla:,el barrio de La Habana en el que nació, vive y desarrolla su actividad literaria. El sentimiento de pertenencia y la cercanía a sus orígenes, que constituyen “el material fundamental de que se nutren mis novelas”, dice, son dos de las razones por las que permanece en Cuba.

“Cuando hablo de cercanía no sólo hablo de los procesos o las personas, sino también de la lengua; en mi caso, de una norma lingüística caribeña, cubana, habanera”, afirma. Para Padura vivir la realidad que retrata, que describe como “difícil de explicar, a veces incluso imposible”, le es de gran ayuda a la hora de reflejarla en sus obras.

Próximo libro

La realidad de La Habana es precisamente el tema del libro que está preparando y que, según contó, saldrá a la venta en 2024. Este “largo ensayo” versará sobre la “evolución” de su ciudad natal en las últimas seis décadas.

Será desde una perspectiva “difícil de definir” que incluirá elementos autobiográficos y artículos y reportajes de su juventud como periodista. “Es mi relación durante más de seis décadas con la ciudad. Cómo la fui conociendo, cómo me fui acercando a ella y cómo he vivido su evolución. Una evolución que, en ocasiones, incluso lleva hacia el deterioro físico”, asegura.

Pese a la complejidad de este enfoque, Padura se siente “entusiasmado” con este proyecto y lo califica de “homenaje crítico” a su ciudad.

“La Habana es la ciudad que me define, la ciudad de la que escribo y la ciudad en la que vivo. Aunque a veces de forma agónica, adueñarme de ella y reflejarla en la literatura es mi homenaje particular”, concluye.

Pionero cubano

Padura es el protagonista de la vigésimoctava edición de la Semana de Autor, el homenaje que la Casa de América rinde cada año a los escritores más destacados en lengua castellana. Esta consideración supone para el escritor cubano “un reconocimiento y una satisfacción enorme”.

Durante la semana se celebrarán coloquios, presentaciones y mesas redondas en torno a la obra de Padura, que el viernes dictará la conferencia “De la autocensura a la cancelación: ¿la luz de nuestro tiempo?”.

El novelista, que recuerda con asombro cómo el argentino Ernesto Sábato fue el primer autor en protagonizar la Semana de Autor, es el primer escritor cubano en recibir este homenaje.

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