José Guadalupe Posada (1852-1913) es uno de los grabadores más afamados en nuestro país, sino es que el más. De sumo conocidos son los retratos que hizo al expresidente Porfirio Díaz o su icónica Calavera Garbancera –la popular Catrina de las festividades del Día de Muertos–; no obstante, aún existen obras suyas poco conocidas y estudiadas.

Una de ellas fue analizada en el Auditorio Fray Bernardino de Sahagún del Museo Nacional de Antropología (MNA), como parte de la primera jornada de actividades del II Congreso Internacional de Etno y Arqueomusicología.

En el marco de este encuentro, organizado por las universidades nacionales Autónoma de México, Daniel Alomía Robles, de Perú, y Tres Febrero, de Argentina, y cuya sede es el recinto de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el etnólogo Jesús Jáuregui Jiménez expuso el que, señaló, “es, posiblemente, el grabado retratístico más amplio de Posada”.

Dicha obra, apuntó el investigador emérito del instituto, es irónicamente una pequeña composición de 25 centímetros de ancho por 17 centímetros de alto, en la que el artista aguascalentense plasmó con un intrincado nivel de detalle a las integrantes de la Orquesta Típica Femenina Zacatecana.

En este grabado, el cual fue adquirido por el investigador en una tienda de antigüedades de la capital zacatecana, aparecen los retratos de 18 mujeres, con sus rostros, peinados, vestidos, ornamentos, instrumentos e, incluso, actitudes al momento de tocar.

“Se debe destacar la concentración que demuestra cada una de las intérpretes –ejecutantes de violonchelo, arpa, flauta transversa y violín, entre otros instrumentos– mientras miran al lado derecho, donde, suponemos, está el director o la directora de la agrupación”.

De acuerdo con lo indagado por Jáuregui Jiménez, dicha imagen es la única representación visual que existe de la que fue una de las primeras orquestas femeninas que se crearon en nuestro país, “cuyo debut tuvo lugar en el teatro del mercado de la ciudad de Zacatecas, el primer domingo de noviembre de 1892”, una fecha que habría sido próxima a la realización de la escena por parte de José Guadalupe Posada.

El investigador anotó que, si bien este grabado ha sido incluido en publicaciones como el libro Las orquestas típicas de México (2021), autoría de Sofía Medrano Ruiz, hasta ahora se había presentado de manera incompleta.

“Encuentros académicos como este son la ocasión más pertinente para que estas obras sean difundidas y conocidas tanto por los académicos especializados en el estudio de la música, como por el público en general”, finalizó el especialista.

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