La inflación es una de las principales preocupaciones alrededor del mundo, los precios de los alimentos y los hidrocarburos han escalado a niveles históricos y los hogares ya sienten el impacto de esta tendencia.

Aunque éste es un fenómeno global, la respuesta de los gobiernos ha sido y seguirá siendo fundamental en la contención del golpe que afecta desproporcionalmente a las familias más vulnerables. En México, a inicios de mayo, el gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador anunició la implementación del Pacic (Paquete Contra la Inflación y la Carestía) como una primera respuesta a encarecimiento de los precios.

Este programa no se trata de un control de precios, sino de precios de garantía en 24 genéricos de la canasta básica mexicana, a través de incrementos en la producción nacional agropecuaria, eliminación de aranceles a la importación de insumos y reducción de costos y tiempos de transporte.

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“No se trata de control de precios, es un acuerdo para garantizar que la canasta básica de alimentos tenga un precio justo y quiero agradecer la colaboración de los productores, empresarios y comerciantes porque han aceptado participar de manera voluntaria”, dijo el presidente durante su conferencia del 4 de mayo del 2022.

En México, comer es lo que más se ha encarecido en los últimos meses; el rubro de los alimentos sigue mostrando tasas interanuales de inflación superiores al 10 por ciento. Las gasolinas y el diésel han logrado mantenerse relativamente estables gracias a los incentivos fiscales aplicados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

A un mes y medio del anuncio del Pacic, se observa (a través del Índice Nacional de Precios al Consumidor) que todavía la mayoría de los productos que contempla el paquete siguen encareciéndose.

Durante la primera quincena de junio del 2022, el limón, cebolla, chiles frescos, papel higiénico, huevo, azúcar y jitomate fueron los genéricos que mostraron una baja de precio en comparación con la quincena previa.

Por su parte, otros de los productos del Pacic como la pasta para sopa, el bistec, las tortillas, el atún y el jabón se han mantenido relativamente estables.

El frijol, la leche de vaca, la manzana, el arroz y la chuleta de cerdo sí registraron un alza quincenal en su nivel de precios, pero fue moderada.

Algunos otros como el pan de caja, aceites, pollo, zanahoria, naranja y papa sí registraron encarecimientos significativamente mayores a la inflación quincenal general.

Aunque todavía es temprano para evaluar los resultados del Pacic, lo cierto es que una buena parte de las causas de la inflación que se enfrenta son externas: escasez de materias primas, turbulencia en las cadenas globales de suministro y desequilibros en la oferta-demanda de productos y servicios. Esto provoca que el impacto de los esfuerzos locales por contener el incremento de los precios sea insuficiente.

En medio de esta ola de inflación acelerada, los hogares ya sienten los efectos, especialmente los más pobres.

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