Esta semana en Veracruz se presumen, se proclaman y se gritan cosas asociadas a la deuda estatal, a los nuevos préstamos y a la honestidad del régimen, la principal cualidad discursiva del gobierno de Cuitláhuac García. Desde las alturas del poder local se insiste en esa virtud tan manoseada en el imaginario obradorista cada vez que el mandatario nacional visita a la entidad. 

Pero en esa palabrería y en esos escenarios autocomplacientes, muy poco es lo que se dice de la obra pública, el pendiente principal de este gobierno junto a la inseguridad pública.

El tema de la honestidad lo sacó a relucir el diputado Gómez Cazarín, el que, quizá conociendo los olores de la pudrición en las arcas públicas, insinuó que el ORFIS de Delia González no estaba revisando bien los números y los resultados en los municipios. De plano criticó a los auditores de campo y de talacha contable y verificación física, a quienes señaló como sospechosos de irregularidades, por el hecho de poseer vehículos de alta gama, autos caros que, a su criterio, ellos no pueden tener. Interesante debate el que se está dando entre la dama que fiscaliza y el que resultó el más pulcro de los legisladores.

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Pero la honestidad volvió a llenar el ambiente de palacio cuando el ejecutivo estatal insistió en atacar a otros gobiernos (el de Yunes Linares). Lo hizo en una conferencia donde lo acompañó el secretario Lima Franco, ya que este daría los números actuales de la deuda estatal y los detalles generales de los préstamos recientemente autorizados.

El secretario de finanzas, que dicen sus admiradores que puede ser el duro opositor de Nahle en el próximo proceso de designación de candidato a la gubernatura, habló de los cinco mil millones de pesos de deuda pública pagados por esta administración, indicando que en la cuenta pública de este año, la deuda estatal cerrará con 54 mil 514 millones de pesos.

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En esa reunión Lima también resaltó que habrá mil millones de pesos de un crédito de BANOBRAS para realizar obras camineras, carreteras y de agua potable y saneamiento en algunos municipios, desglose que hará el propio gobernador en fecha cercana. Esos dineros, dijo, serían transferidos a la SIOP y a la CAEV para la ejecución de los proyectos.

Ojalá y que, en aras de la transparencia y la honestidad que proclama, el gobernador entienda que es necesario difundirlo ampliamente por todos los medios posibles.  De no hacerlo y cumplirlo, Cuitláhuac García solamente será recordado en Veracruz por su infinito gusto por las redes sociales, las tortas y las garnachas del camino, y por las presunciones discursivas junto a sus millones de descargas de videos del “Orgullo veracruzano” que ha compuesto junto a Eric Cisneros, el cuenqueño secretario del catamarán de las mariposas del Papaloapan, del Cristo negro y maestro en administración pública.

García Jiménez dejará deuda alta, y si en los años que le quedan no se apura con obras significativas y verificables, sólo dejará a la población sus videos del “Orgullo veracruzano”, exactamente igual que las pintadas bardas del programa “Adelante” de Duarte y de aquel “Veracruz cuenta contigo”, del bienio yunista o podría ser el cuarto exgobernador veracruzano en soñar desde la trena.

Honestidad, transparencia y resultados concretos son asignaturas pendientes del primer gobernador morenista en esta entidad.

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