Cuando Yunes Linares se preparaba para asumir la gubernatura de Veracruz hace dos años, soltó la promesa-amenaza de que en ese diciembre iba a cimbrar al país entero. Por insuficiencia de parque o por arreglos políticos o comerciales, ese mediático fenómeno jamás se dio. Ni como promesa ni como amenaza, llegaron a cuajar sus numerosos intentos verbales para afirmarse en el escenario político nacional.

Hasta pudiera asegurarse que a los que sí cimbró, fue a sus seguidores y admiradores el primero de julio pasado, cuando descubrieron que el poderoso señor del estero dejó atorado en el alambre a su hijo mayor que buscaba sucederlo en el cargo.

Lo acontecido en el terruño resultó ser tema que tiende a convertirse en anécdota local, comparado con el tremendo bazucazo que en estos días de agosto propinó al sistema la maestra Elba Esther Gordillo. Un bombazo que sí está cimbrando y descontrolando a las diversas estructuras políticas y a mucha gente en todo el país.

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Este lunes, la pudiente señora Gordillo volvió a los ruedos y a la toreada. Y lo que su salida deja ver no es nada positivo para la nación. Hace seis años ella estaba prácticamente desahuciada y nulificada.

Su perdón legal debió haberse acordado en estos meses de romance entre los presidentes saliente y entrante. Un primor, como dicen los opositores a MORENA. Algo deben haber descubierto o acordado con ella, para llegar a una decisión de ese tamaño.

Cómo quedan el SNTE y la CNTE: los oficialistas y los que nadie controla. Acaso es ese el quid del asunto, que sólo ella y nadie más que ella puede resolver. Y no debe olvidarse que el sector magisterial en México es el agrupamiento de trabajadores más grande del país. Algunos hablan de millón y medio de maestros.

El aspecto más importante a considerar, es que su reincorporación a la política, pone en entredicho a todo el sistema de procuración y administración de justicia. Nos recuerda el penoso y manoseado pleito internacional por Florence Cassez y las fallas jurídicas y de investigación policiaca que mostró. Estos dos casos indican que nuestro sistema de justicia está al nivel del de una nación platanera, con todo y las millonarias prestaciones salariales de los señores ministros, magistrados y jueces del poder judicial.

Ahora nos enteraremos de la cauda y caída de políticos de todos los estados y sectores que se verán afectados por la segura venganza de Elba Esther. Algunos en Veracruz.

La maestra Gordillo recordará—con hilillos de sangre en las comisuras de la boca—aquella denuncia de Yunes Linares, cuando afirmaba que la lideresa de maestros le exigía 20 millones de pesos mensuales del ISSSTE bajo su cargo, para fortalecer al partido PANAL, creado por ella. La maestra le ordenaba ese apoyo que Yunes nunca dio, porque ella fue quien “lo puso” como director general del organismo.

Y lo que son las cosas, Miguel Ángel Yunes Márquez pretende convertirse en presidente nacional del PAN. Otra vez se le atraviesan en el camino los errores y componendas de su audaz padre.

¿Deberá apelar a la generosidad y el perdón de la maestra Elba Esther? Parece algo imposible. ¿La señora Gordillo cimbrará a Veracruz?

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