Por lo que se observa y escucha de Dante Delgado y sus acostumbrados estilos, en este momento puede afirmarse que en el escenario veracruzano rumbo a la elección de 2024, la oposición no cuenta con el político alvaradeño y su partido Movimiento Ciudadano para luchar en alianza por la gubernatura y las demás posiciones en juego.  

Y la realidad es que, participando solos en esta contienda, Dante y su partido no se ven en condiciones de ganar tal elección. Dante está prefiriendo el crecimiento paulatino y mesurado de su partido en todo el país, antes que colocarse en la mira y en la furia de López Obrador por alborotarle el estado que por ahora malgobierna y destruye Morena.

Por ello se percibe que los movimientos de la oposición en pos de la gubernatura podrían estar concentrándose en el tejido y en las negociaciones de las tres principales formaciones políticas de los últimos meses, es decir, en las fuerzas de Pepe Yunes, de Juan Manuel Diez y de Patricia Lobeira, tres personajes nacidos en Veracruz, con poderosas ligas a su alrededor.

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Poco a poco se han ido depurando las intenciones para contender y las posibilidades de triunfo. Porque es un hecho que nadie compite para perder, salvo las fórmulas gatopardistas bien identificadas que juegan el sucio juego del inquilino de palacio.

En Palabras Claras se ha escrito sobre los logros y méritos de esas tres personalidades. Pepe Yunes es el prospecto más visible, y que reconoce en abierto su interés en participar en la contienda por la gubernatura. Desde la diputación federal que ganó sobradamente en su distrito, ha participado abiertamente en el Congreso de la Unión para defender los intereses del pueblo veracruzano y para señalar las frecuentes pifias e irresponsabilidades del régimen en el estado y en la nación.

Del empresario y alcalde orizabeño se ha dicho que Diez Francos podría cerrar su brillante carrera como gobernador del estado en el periodo del 1 de diciembre de 2024 al 30 de noviembre de 2030.

Para ello, primero se deben revisar todas las circunstancias al respecto. La principal es que este empresario quiera participar en esa contienda electoral con todas las fortalezas con que cuenta. La segunda es que los diferentes partidos de oposición se organicen cabalmente con ese fin en torno a esa candidatura.

Todo mundo sabe que es un empresario poderoso en la región centro de Veracruz, que es reconocido consejero en algunas empresas nacionales y que tiene ligas muy importantes con industriales de todo el país.

Juan Manuel Diez Francos se encuentra entre los tres veracruzanos mejor posicionados para llegar al palacio de gobierno en Xalapa. 

Patricia Lobeira, la alcaldesa de Veracruz, se ha convertido en una revelación dada su juventud y reciente trayectoria. Es la mujer de la oposición mejor ubicada y con posibilidades. Todo mundo sabe que respaldando su trabajo existe un poderoso grupo liderado por Miguel Ángel Yunes Linares y equipo político. 

Estos tres personajes aglutinan a cientos de miles o quizá millones de seguidores en Veracruz, y los tres están siendo mencionados por la población y los líderes regionales. Los tres jamás han sido acusados de corrupción o de incompetencia y cuentan con carisma y simpatía que genera confianza en la sociedad. Si ellos decidieran unirse en este enorme reto, seguramente conseguirían rescatar a Veracruz e impulsarlo a su reconstrucción y estabilización.

Veracruz lo merece y ellos tienen con qué luchar esa guerra que será muy dura y con riesgos. La 4T no se dejará vencer fácilmente y es proclive a utilizar todo tipo de medidas.

Es tiempo de la oposición. El oficialismo se ha ido desdibujando conforme transcurren los meses y es evidente que su apuesta para 2024 se basa en operaciones oscuras y mecánicas usadas por aquellos antidemocráticos que persiguen el poder a costa de lo que sea. 

El desmoronamiento y el desprestigio acompañan a las figuras morenistas, varias de ellas no nacidas en el estado, o desvinculadas, o con plumajes muy manchados, que esta vez caminarán huérfanos de credibilidad y no serán acompañadas en las boletas electorales por aquel dicharachero Andrés Manuel que en 2018 engaño zorrunamente a la gente con un portentoso carruaje que más pronto que tarde se convirtió en simple calabaza. 

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