Ha muerto Fidel Herrera Beltrán, uno de los políticos icónicos del priismo poderoso y multitudinario del México de un sólo partido ganador, que gobernó al país con mano fuerte durante el siglo XX. 

Un partido político que finiquitó su época después de dos sexenios de gobierno panista, con la debacle que provocaron la desidia, las irresponsabilidades y las corruptelas sin medida del régimen de Enrique Peña Nieto, que se manifestó en su más bajo nivel con la contundente victoria del partido Morena en 2018, que llevó a la presidencia al tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.

Fidel Herrera murió el pasado 2 de mayo y ayer recibió un pequeño homenaje en el congreso veracruzano con la presencia de algunos familiares, políticos y seguidores. Nació el 7 de marzo de 1949 en la localidad de Nopaltepec en la Cuenca del Papaloapan y fue consistente militante del PRI, cuatro veces diputado federal, senador de la república, gobernador del estado y cónsul de México en Barcelona, España, su último cargo público, a causa de un delicado problema de salud. 

Como gobernador de Veracruz en el periodo 2004-2010 impulsó una política social incluyente en beneficio de la población con mayor rezago social. Durante su gestión logró convertir los pisos de tierra de las viviendas precarias para dotarles de piso de cemento, consiguiendo abatir ese problema en cerca de 250 mil pisos en todos los municipios, como se corroboró con el Censo de Población y Vivienda de 2010. A miles de esas viviendas se les suministraron también techos de lámina y sanitarios ecológicos.

Otra de las tareas destacadas de su gobierno fue la construcción de cientos de puentes carreteros en localidades rurales y urbanas, por ejemplo, el puente Bicentenario Barriles en Gutiérrez Zamora, entre otros, aspecto que decidió, según comentó alguna vez, “porque Veracruz es un estado con gran cantidad de ríos y lagunas y uno de los que más agua pluvial tiene en su territorio, por ello pretendo construir mil puentes para comunicar a la gente”. Y con el Gobierno Federal, a él le correspondió gestionar con el presidente Felipe Calderón, la agilización del Libramiento de Xalapa.

En la capital del estado Fidel Herrera impulsó el Distribuidor Vial de Las Trancas, el puente Rafael Murillo Vidal en la avenida de su nombre, el puente Araucarias, el puente Bicentenario Pípila, y con un costo de 280 millones de pesos, el Puente Bicentenario Chedraui Caram en la zona de Plaza Crystal, con una extensión de 446 metros lineales y 18 metros de ancho, inaugurado el 9 de mayo de 2010, como parte de la modernización de la avenida Lázaro Cárdenas. 

Iniciando su administración, Herrera Beltrán pactó con el gobierno federal que presidía Vicente Fox, que su administración adquiriría los derechos de vía de la autopista Xalapa-Perote. La disposición activó a la SIOP y a la Secretaría de Finanzas, siendo esta última quien a través de la Dirección de Patrimonio llevó a cabo el proceso de adquisición de la tierra que permitiría la construcción de los 59.2 kilómetros del Libramiento de Xalapa.

Agustín Basilio de la Vega, en ese entonces delegado federal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), indicó que de acuerdo al proyecto inicial serían unos 400 predios afectados, lo que supondría un número igual de personas a las que se les indemnizaría por la adquisición de sus inmuebles.

Sin embargo, en el transcurso del proceso y conforme se iban liberando los derechos de vía y los pagos puntuales, a noviembre de 2010, la cifra de personas indemnizadas se incrementó a más de 1,600 propietarios. Durante esos años, el gobierno de Veracruz pagó más de 235 millones de pesos por la liberación de los derechos de vía del Libramiento de Xalapa, resaltándose que no fue necesaria expropiación alguna, lo que reflejó el dialogo, la negociación y la transparencia con que se llevó a cabo esta acción que daría como resultado una de las obras más importantes para Veracruz en los últimos 50 años.

Aunque el Libramiento de Xalapa fue inaugurado por el presidente Felipe Calderón en los primeros dos años del sexenio de Javier Duarte, la inversión final fue de 4 mil 500 millones de pesos por parte de la empresa española-portuguesa Isolux-Corsan, en alianza con Mota Engil, la cual dejó al gobierno federal una contraprestación similar a la inversión de la obra. De esta manera Fidel Herrera cumplió con el ofrecimiento de liberar los derechos de vía al 100%, sin ningún contratiempo.

El Puente Bicentenario Chedraui Caram y el Libramiento de Xalapa constituyen dos de las grandes obras que colocaron a la capital del estado en el siglo XXI. Dos acciones de impacto regional y de alta prioridad donde intervino un gobernante amigo del pueblo, que sin dudarlo metía los zapatos en el agua durante las frecuentes inundaciones de temporada y siempre mostró una acertada visión de lo que debería ser el Veracruz moderno y competitivo. 

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