El fiscal general, Jorge Winckler, deberá de aclarar por qué no se dio a conocer a los colectivos de búsqueda de desaparecidos la ubicación de las nuevas 32 fosas halladas en Arbolillo, Alvarado, en las que fueron exhumados 174 cráneos.
Además deberá de esclarecer si hubo o no negligencia para detectar el nuevo panteón clandestino, pues los familiares de desaparecidos señalan que en dicha zona ya se habían realizado exploraciones en 2017 detectando unos 47 cráneos.
Lo anterior lo señaló la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Namiko Matzumoto Benítez, en entrevista previa a una reunión con estas organizaciones.
Cabe señalar que tanto la Fiscalía como el gobernador del Estado, Miguel Ángel Yunes Linares, se resistieron a revelar la ubicación de las nuevas fosas y posteriormente se comprobó que están en Arbolillo, en la misma zona en donde ya se habían hecho hallazgos, motivando a familiares de desaparecidos a interponer 6 quejas ante la CEDH.
“Hay 6 peticiones (de queja) en ese sentido que se están analizando y que una vez que nosotros tengamos los elementos mediante la solicitud de informes a la autoridad y todas estas diligencias que se están haciendo estaré en posibilidades de decirlo (si hubo negligencia)”, declaró.
Reconoció que por ahora no tiene los elementos para señalar si la Fiscalía General terminó por revictimizar a los familiares de desaparecidos al no dar la ubicación de la nueva fosa.
“Efectivamente se verificó que se trata de Arbolillo, pero yo no podría en este momento decidir si la Fiscalía fue negligente porque ya había estado ahí y no encontró (los nuevos restos)”, enfatizó.

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