Apenas un año le duró el gusto al alcalde Américo Zúñiga Martínez de presumir “las macetas” que mandó a poner sobre la calle Lucio en el primer cuadro de la ciudad, pues con las obras de “reconstrucción” de la avenida Juan de la Luz Enríquez fueron derribadas.

Y es que estas obras, que fueron presumidas como parte de un proyecto diseñado por Gehl Arquitecs para dar prioridad a los peatones, se quedó en buenas intenciones, pues el carril que se “había ganado” en Lucio, ahora es usado por los automóviles que pasan a toda prisa por la zona.

Las adecuaciones, que le costaron a los xalapeños varios millones de pesos, incluían “ganarle” un espacio a la calle, pintar los límites del peatón, la colocación de macetas en algunas zonas para ofrecer una mejor imagen.

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No obstante, no solo la calle Lucio se ha convertido en un “sitio” de taxis afuera de un supermercado, lo cual abarca un carril, pues ahora del otro lado las motocicletas hacen una fila interminable que se ha convertido en estacionamiento gratuito.

De tal forma que la única “adecuación” hecha a la calle, que fue la construcción de unas macetas de cemento grandes fue desecha porque ahora se requiere desahogar el tránsito vehicular, a causa de las obras en Enríquez.

Además, de las 6 macetas circulares, también se quitaron las macetas rectangulares y bancas de 45 por 45 centímetros que se ubicaban en la esquina de Lucio y Enríquez.

Y no es que la obra estuviera bien hecha y agradara a los xalapeños, sino que el alcalde defendió su proyecto y ahora, sin más, lo destruyó y no dio explicación sobre la pérdida de recursos económicos generados por hace y deshacer una obra.

 

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