Una de las oficinas que ha sido tapadera de la corrupción en el gobierno del veracruzano Cuitláhuac García es la Contraloría General, a cargo de Mercedes Santoyo Domínguez, la ingeniera bioquímica administradora en proceso de alimentos egresada del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, donde desde ayer por la tarde trasciende de que se va, o la van, a separar de su cargo.

Fuentes dentro de la Contraloría aseguran a Palabras Claras que desde ayer hubo ‘movimientos sospechosos’ en la oficina de la contralora Santoyo y mucho ‘hermetismo’ sobre el asunto. 

Lo que se comenta con insistencia es que Mercedes Santoyo ha continuado con el proceso administrativo sancionador en contra de Gabriel de Antes Ramos, uno de los funcionarios del sexenio de Javier Duarte con más señalamientos de corrupción y enriquecimiento inexplicable, pero alguien poderoso de la secretaría de finanzas se opone a ello por los ‘acuerdos políticos’ que presuntamente han existido entre duartistas y cuitlahuistas.

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También se sabe que Mercedes Santoyo expresó a sus más cercanos colaboradores que retirándose del puesto se va a su casa para dedicarse a sus hijos de tiempo completo. 

¿Quién es Mercedes Santoyo?

Santoyo Domínguez llegó sin contar con el perfil para ocupar un puesto de alto nivel y responsabilidad, pero por haber propagado un discurso anticorrupción- acaso sólo de dientes para fuera – ganó la simpatía del morenista Cuitláhuac García.

Mercedes Santoyo arribó como titular de la Contraloría del Estado el 14 de septiembre de 2019, luego de relevar a la recomendada de la secretaría de energía federal, Rocío Nahle, Leslie Garibo Puga, quién tampoco pudo contener los actos de corrupción que iniciaron los miembros del gabinete cuitlahuista, como las del subsecretario de finanzas Eleazar Guerrero, señalado de ser primo hermano de Cuitláhuac García, entre otros actos presuntamente indebidos.

En caso de confirmarse esta información, la persona que ocupe esa cartera tendrá que bajar la cortina del sexenio cuitlahuista y aplicar a fondo el maestro limpio, o será la misma Mercedes Santoyo, quien a toda prisa tendrá que rescatar del naufragio al primer gobierno de izquierda en Veracruz, aquel que prometió ‘no mentir, no robar y no traicionar’ al pueblo, lo que parece una verdadera misión imposible.

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