A partir de hoy 19 de julio hasta el próximo 30 de noviembre de 2024, restan 500 días para que concluya la administración del gobernador Cuitláhuac García Jiménez y la entidad aún resiste.
Con más de 4 años y medio de su gestión, el primer gobernador de Morena en Veracruz prometió como candidato que mejoraría las condiciones para que los empresarios pudieran generar fuentes de empleo.
La falta de pericia política, la incongruencia técnica, el desconocimiento de los números y los presupuestos, que debiera tener un ingeniero competente e internacional como él, sólo ha servido para que Veracruz se encuentre rezagado, inmerso en la corrupción gubernamental, en el nepotismo y con índices alarmantes en materia de violencia e inseguridad, sin olvidar la falta de talento para desarrollar económicamente a un estado que lo tiene todo.
En aquel momento, Cuitláhuac García Jiménez consideró prioritario que los ciudadanos distinguieran que sus propuestas de campaña no eran las mismas promesas incumplidas por otros aspirantes, pues aseguró que su principal bandera es que él gobernará de la mano de todos los veracruzanos. La arrogancia y lejanía con la sociedad es evidente.
En su momento, enfatizó que no derrocharía los recursos del erario e impulsará el turismo en todas las regiones de Veracruz, así como apoyará el desarrollo del campo. Cumpliendo compromisos políticos y familiares ha transitado esa institución.
“Veracruz tiene playas, instalaciones hoteleras, restauranteras y zonas arqueológicas. Todo ello lo ofertaremos como paquetes turísticos para que visitantes extranjeros y nacionales lleguen al estado durante todo el año”, explicó.
“A través de una coordinación con el gobierno federal y el estatal se destinarán recursos que les permita a los campesinos fijar precios de garantía para los productos agrícolas de Veracruz como maíz, caña de azúcar, cítricos. También impulsaremos la siembra del arroz y la industria pecuaria que les permita además de producir, empaquetar y contar con una línea de producción”, indicó.
Equipo de colaboradores
Entonces como candidato, Cuitláhuac García prometió un plan de austeridad para generar un ahorro entre los siete mil millones de pesos a 12 mil millones de pesos, recursos que destinaría al Plan Integral de Seguridad. La realidad dice lo contrario.
En los altos cargos contrataría a la gente con el perfil para cada área, por ello se comprometió a que el secretario de Salud fuera un médico o una enfermera o doctora que tuvieran conocimientos probados en la administración de un hospital. La incapacidad ha sido un sello característico en su administración.
En la secretaría de Educación pondría a un maestro o maestra que haya estado frente a un grupo y que estuviera en contra de la reforma educativa para que ayudara a revertirla en el estado. Los señalamientos de corrupción siguen siendo tema de investigación en esa dependencia.
En la secretaría de Infraestructura y Obra Pública contaría con la colaboración de un profesional en ingeniería civil, arquitectura, y que haya en alguna ocasión desarrollado alguna obra. Las licitaciones a modo, los presuntos moches y las adjudicaciones directas forman parte integral del funcionamiento en la institución.
Cuitláhuac nos llevó por momentos al esplendor del imperio azteca. Incluso, llegó a prometer que pavimentaría siete mil kilómetros de carreteras en Veracruz, el equivalente a diez veces el litoral veracruzano., lo que quedó en otra más de sus promesas incumplidas.