El regreso a las escuelas tras más de un año de confinamiento ha generado distintos cambios en las rutinas que se establecieron mientras las clases se tomaban en casa. Hay nuevas dinámicas a las que se tienen que adaptar las y los menores, y padres y madres de familia como la preparación del lunch.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha recomendado preparar refrigerios saludables a las niñas, niños y adolescentes para evitar el sobrepeso y obesidad, y les permita tener la energía necesaria para realizar sus actividades y mantener un estilo de vida saludable.

Al respecto, la Mtra. Gladys Bilbao y Morcelle, coordinadora de la Clínica de Nutrición de la IBERO, recomienda integrar todos los grupos de alimentos en el refrigerio de la niña o el niño, pues el cerebro necesita de glucosa para funcionar.

Anuncios

Asimismo, recordó que los alimentos que se consumen mientras están en la escuela no sustituyen al desayuno ni a la comida, por lo que recomendó tener establecidos los horarios de consumo de las tres ingestas más importantes del día.

Te puede interesar: La política migratoria del actual gobierno: fuera máscaras

Para lograr que las y los infantes coman lo que mandan sus padres a la hora del recreo, recomendó platicar con ellas y ellos, como si fuera una consulta nutricional, y preguntarles (de toda una gama de opciones de alimentos saludables) qué es lo que más les gustaría llevar a la escuela. Y plantearles tipos de preparación y presentación para que el refrigerio sea atractivo.

De acuerdo con la nutrióloga, lo correcto será incorporar por lo menos una proteína (pollo, jamón, yogurt), algo de verdura o fruta, un cereal (galletas, pan, palomitas, pretzels) y grasas (cacahuates, crema de cacahuate, almendras o aguacate); así como agua natural.

Aconsejó que lo alimentos que lleven a la escuela ya estén limpios, desinfectados y listos para ingerirse, es decir, en trozos pequeños para que sea de fácil consumo y evitar que se desperdicien. Asimismo, dijo que no es opción enviarles cosas que no sean naturales, como papas, galletas o jugos.

Bilbao y Morcelle destacó la importancia de que los infantes tengan su sistema inmunológico fuerte a través de una nutrición adecuada. Recordó que los hábitos que se formen desde el nacimiento hasta los seis años se quedarán; por lo cual, esta etapa es la oportunidad para enseñarles sobre buenos hábitos alimenticios.

Publicidad