“El nuevo PRI”, no es más que el mismo viejo PRI, prueba de ello es que el mal visto,  señalado de traidor y muchas cosas malas más, Erick Lagos Hernández fue designado delegado de ese partido en el estado de Oaxaca.

Pobreza, pobreza, pobreza política es la que vive el otrora poderoso partido revolucionario en pleno siglo XXI.

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