Fresco y sin tapujos, Javier Duarte de Ochoa muestra que goza de todos los privilegios desde el interior del Reclusorio Norte de la Ciudad de México (RENO).

Aprovechando el momento, el exgobernador de Veracruz elevó sus oraciones desde las 7:31 de la mañana de hoy para que el Cardenal Sergio Obeso Rivera alcance el descanso eterno.

Duarte de Ochoa no sufre, no se acongoja y tranquilo espera su salida del RENO para disfrutar a plenitud los recursos saqueados a los veracruzanos, si es que Moises Mansur no lo traiciona.

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Lo único que tiene triste a Javier Duarte es la ausencia de sus pequeños hijos (Karime le da igual) y la de su amigo y complice Juan Manuel del Castillo que no lo ha visitado en la cárcel.

Duarte envía así, amparo a “El Señor de los Cielos”.

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