Joe Biden hizo un llamado a favor de una respuesta internacional tras el golpe de Estado perpetrado por el ejército de Birmania y dijo que Estados Unidos evaluará la posibilidad de imponer sanciones contra ese país.

En una declaración emitida este lunes por la Casa Blanca, Biden calificó la toma hostil del gobierno y la detención de los principales funcionarios de Birmania, entre ellas, la lideresa Aung San Suu Kyi, como “un ataque directo contra la transición del país hacia la democracia y el imperio de la ley”.

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“En una democracia la fuerza nunca debe tener como objetivo anular la voluntad del pueblo o intentar borrar el resultado de una elección creíble”, dijo el presidente en su primera declaración sobre el tema. “Durante casi una década, el pueblo de Birmania ha trabajado constantemente para establecer elecciones, gobernanza civil y la transferencia pacífica del poder. Esos avances deben ser respetados”.

Biden hizo un llamado a la comunidad internacional a presentar una respuesta unificada ante el conflicto para presionar al ejército a ceder el control, liberar a los detenidos y levantar las restricciones a las telecomunicaciones.

Estados Unidos, dijo, también considerará la posibilidad de imponer sanciones contra ese país del sureste asiático después de haberlas eliminado durante la última década “con base en su avance hacia la democracia”.

“La reversión de ese avance requerirá una revisión inmediata de nuestras leyes y autoridades relacionadas con las sanciones, seguida por las acciones correspondientes”, se lee en la declaración.

Biden añadió que “Estados Unidos defenderá la democracia siempre que esté bajo ataque”.

REINO UNIDO CONVOCA AL EMBAJADOR DE BIRMANIA PARA CONDENAR GOLPE

El gobierno británico convocó este lunes al embajador birmano en Reino Unido para condenar el “golpe de Estado” y pedir la “liberación inmediata” de la jefa de facto del gobierno civil, Aung San Suu Kyi, y de otros dirigentes civiles detenidos, anunció la diplomacia británica.

El embajador birmano Kyaw Zwar Minn fue convocado en el Ministerio de Asuntos Exteriores, y el secretario de Estado británico para Asia, Nigel Adams, “condenó el golpe militar y el encarcelamiento ilegal de civiles, incluida Aung San Suu Kyi”, según un portavoz del ministerio.

Adams pidió “garantías de seguridad para todos los detenidos y pidió su liberación inmediata”.

El lunes temprano, el primer ministro Boris Johnson emitió su propia condena de los acontecimientos en el país del sudeste asiático.

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