En la reunión que sostendrán este fin de semana, los líderes del G20 deben tomar acciones reales para combatir la desigualdad mundial en el acceso a vacunas contra el Covid-19, entre ellas presionar a las farmacéuticas a liberar las patentes y contrarrestar el acaparamiento.

Así lo demandaron integrantes de la iniciativa Vaccinate Our World (WOW), liderada por AIDS Healthcare Foundation (AHF), quienes advirtieron que de las tres mil 800 millones de dosis administradas en el mundo, 76 por ciento ha sido para países ricos, mientras que sólo 3 por ciento de quienes viven en naciones de ingresos bajos ha recibido al menos una aplicación.

Exigieron que en la cumbre del G20 a desarrollarse en Roma, los líderes de las 20 economías más desarrolladas del orbe –entre los que hay países acaparadores— definan una nueva estrategia en lo referente a la pandemia y las vacunas para salvar millones de vidas.

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Si la vacunación continúa al ritmo actual, indicaron, los países de bajos ingresos esperarán hasta 2041 para vacunar a 70 por ciento de sus poblaciones.

Bajo el lema “Vacunas para todos. Vacunas libres para el mundo, es lo justo”, iniciaron con un performance donde la “muerte está de luto” con una danza a rito de danzón al pie de el Ángel de la Independencia de tres catrinas.

“La Unión Europea y Estados Unidos han comprado y se han quedado más de 70 por ciento de las vacunas que se distribuyen en el mundo. Eso se llama acaparamiento y lo debemos detener, Es muy egoísta, es una vergüenza, porque otros (países) también lo necesitan”, enfatizó Terri Ford, directora de Promoción y Política Pública de AHF.

Censuró en particular que tres compañías farmacéuticas: Pfizer, Johnson & Johnson y Moderna, “no tengan escrúpulos” y estén lucrando con miles de millones de dólares en medio de la crisis sanitaria mundial.

“Los líderes de las naciones más poderosas del mundo y la Organización Mundial de la Salud (OMS) están permitiendo que esto ocurra. Llamamos a todos los países del G20, incluyendo a México, para que fuercen a las farmacéuticas a liberar las patentes y así contribuir para salvar al mundo. Ya tuvieron suficientes ganancias, basta de avaricia, es tiempo de hacer lo correcto. Podemos y debemos detener esta pandemia”.

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Remarcaron que un informe de la Brookings Institution estima que 69 por ciento de los decesos a causa de la enfermedad en el mundo han ocurrido en países de bajos recursos y 31 por ciento en América Latina. Hasta ahora, el Covid-19 ha dejado 4.9 millones de muertos en el mundo.

Guillermina Alaniz, directora de Promoción para América Latina y el Caribe de AHF, señaló que la desigualdad en el proceso de salud y el acceso a las vacunas en medio de esta pandemia no tiene precedente.

“Instamos a los líderes del mundo a asumir un rol protagónico y detengan el sufrimiento que pasan millones de personas. Los exhortamos a que apoyen la exención de las patentes de las vacunas, que garanticen la transferencia de tecnología y conocimiento para que se pueda alcanzar la producción global y mejorar la cadena de distribución”.

Subrayó que han naciones en América Latina, como México, Brasil y Argentina que están en condiciones de producir los biológicos una vez que las patentes sean liberadas.

Dijo que desafortunadamente la geopolítica no ha estado fuera de la crisis sanitaria, al grado que la OMS no ha aprobado dos de las vacunas más usadas en el mundo: la rusa SputnikV y la china CanSino. Y recordó que a diferencia de las tres farmacéuticas a las que se dirigen los reclamos, el gobierno de Rusia ha compartido conocimiento y tecnología.

El director ejecutivo del Instituto AHF de Salud Pública de la Universidad de Miami y embajador de Salud Pública Global de la AHF, Jorge Saavedra, aseveró que la OMS está rebasada con la pandemia del Covid-19, al grado que no hay capacidad para sancionar a las naciones, sobre todo a las poderosas, cuando no cumplen con el reglamento sanitario internacional.

Por ello, llamó a rediseñar la arquitectura de la salud pública mundial, transformación que debe basarse en tres principios: transparencia, rendición de cuentas y cooperación.

“Se debe promulgar una nueva Convención Mundial de Salud Pública para satisfacer las necesidades de hoy y del futuro. Debe servir de base para una arquitectura de salud global equitativa y receptiva que sea capaz de ofrecer rápidamente resultados que salven vidas durante emergencias y brotes de salud internacional. Debe tener un mandato fuerte que influya en las decisiones correctas para superar problemas como el acaparamiento y las desigualdades en el acceso a las vacunas y los medicamentos, y la renuencia de algunos países de compartir datos epidemiológicos de manera transparente y oportuna para el beneficio y la seguridad sanitaria de todas las naciones”.

El especialista indicó que se debe aprender de las lecciones del VIH-Sida, pues los medicamentos antirretrovirales tardaron diez años en llegar a África, por ejemplo.

Enfatizó que se dirige el reclamo sobre las vacunas contra el Covid-19 a Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson debido a que son las compañías que han permitido el acaparamiento y no han compartido sus patentes.

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