Con una particular frase de película, el primer ministro británico, Boris Johnson, se despidió del parlamento con su último discurso en la Cámara de los Comunes antes de dejar el poder en septiembre.
Al momento de hacer el balance de su trayectoria, este miércoles Johnson hizo una chanza a sus interlocutores y sacó un “hasta la vista, baby” que provocó conmoción al interior del recinto. En sus opositores el mensaje generó repudio, pero en los conservadores presentes hubo varios aplausos, pese a que días atrás algunos no lo apoyaron.
Esa falta de respaldo de sus aliados políticos, precisamente, fue el que junto a los escándalos y la baja popularidad que padeció en las últimas semanas lo llevaron a dimitir de su cargo el pasado 7 de julio. Eso no fue impedimento, sin embargo, para decir en su encuentro con los diputados que su misión como primer ministro está cumplida, y que por ello se debe sostener el camino que él ha labrado.
Por eso tiró línea de cómo podría proceder su sucesor. A nivel exterior, Johnson manifestó que el Reino Unido no puede desprenderse del lado de Estados Unidos, así como tampoco puede dejar de apoyar a los ucranianos.
En cuanto al trabajo a nivel local, el primer ministro aconsejó que hay que bajar los impuestos y revisar algunas regulaciones que permitan que todos vivan en un lugar mejor para las inversiones.
Las dos opciones
A la par del discurso de Boris Johnson, el Partido Conservador designó a los dos candidatos que pasaron a la recta final para ocupar el cargo de primer ministro británico desde el 5 de septiembre.
Para esa fecha está previsto que se dé a conocer el ganador entre Rishi Sunak y Liz Truss. El primero es un exministro de Finanzas que recibió 137 votos de los 357 posibles, mientras que la segunda es la ministra de Relaciones Exteriores, quien se quedó con 113.
Ambos dejaron en el camino a la exministra de Defensa Penny Mordaunt, quien quedó por fuera con 105 apoyos. Lo que sigue es que los opcionados hagan campaña para que sean los 200.000 afiliados del Partido Conservador los que elijan a través de una votación postal en agosto.
Por el momento se habla de que Sunak es el favorito, pues tiene un amplio respaldo entre los diputados, aunque una reciente encuesta pronosticaba que perdería. En caso de que llegase este exministro, sería el primer jefe de Gobierno del Reino Unido de origen asiático, pues sus abuelos eran inmigrantes indios. Por el otro lado está la ministra Truss, quien marcaría un hito porque sería la tercera mujer en ser primera ministra en ese país.
Ella, de un ala derechista del Partido, en los últimos debates ha atacado fuertemente a Sunak, acusándolo de ser el responsable de la recesión que llevó a ese país a subir impuestos. Con ese precedente, uno de los dos sucederá a Johnson, quien fue perdiendo el apoyo de un Partido acostumbrado a deshacerse de sus líderes cuando dejan de tener atractivo electoral.
