Los turcos apostaron este domingo, en la segunda y definitiva vuelta de las elecciones presidenciales, por continuar con la senda nacionalista de Recep Tayyip Erdogan, el político islamista que lleva 20 años en el poder, al confirmarlo en el cargo por un mandato más, de cinco años.

El actual jefe de Estado, el islamista Recep Tayyip Erdogan, ha ganado la segunda vuelta de las presidenciales de este domingo en Turquía tras el escrutinio casi total de los votos, según ha anunciado la Comisión Electoral del país.

Erdogan ha recibido el 52,1 % de los votos y su rival, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu, el 47,9 %, con el 99,5 % de los votos escrutados, ha informado en una comparecencia pública Ahmet Yener, presidente de la comisión electoral.

Aunque este resultado sigue siendo preliminar, los pocos votos que quedan sin escrutar ya no pueden cambiarlo, ha afirmado Yener.

Las cifras definitivas solo se anunciarán una vez resueltas posibles impugnaciones.

Ya antes de este anuncio, Erdogan había pronunciado un primer discurso de victoria en Estambul, su ciudad natal en la que sigue censado y donde siempre vota, y Kiliçdaroglu dio otro breve discurso admitiendo su derrota.

Su promesa de convertir a Turquía, heredera del Imperio otomano, de nuevo en una gran potencia islámica internacional, con industria de armamento propio, ha tenido un gran eco en el electorado.

Los argumentos de la oposición, que subrayan una nefasta gestión económica, con la inflación interanual superior al 40 %, un desplome de la moneda nacional y una carestía generalizada, han movilizado la otra mitad del electorado.

La oposición ha denunciado la enorme desigualdad de condiciones en la campaña electoral, con todos los medios públicos y casi todos los privados emitiendo sin cesar el discurso del presidente.

La radiotelevisión pública TRT ha dedicado a Erdogan 50 horas de emisión en la campaña, frente a 50 minutos para Kiliçdaroglu, señala el partido de este último, el socialdemócrata CHP.

Con todo, Kilidaroglu ha forzado una segunda vuelta por primera vez desde que se instauró la elección del jefe de Estado por sufragio directo en 2014, y su marca de hoy es la mejor de la oposición desde que gobierna Erdogan.

El candidato opositor de Turquía admite su derrota y promete seguir luchando

El socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu ha admitido este domingo su derrota en las elecciones presidenciales de este domingo en Turquía, frente a su rival y actual jefe de Estado, el islamista Recep Tayyip Erdogan, al tiempo que ha prometido continuar su lucha desde la oposición.

“He luchado por vuestros derechos, he luchado para que podáis vivir en prosperidad y seguiré luchando”, dijo Kiliçdaroglu durante una breve comparecencia en la sede central de su partido, el socialdemócrata CHP, en Ankara.

Kiliçdaroglu terminó la primera vuelta de los comicios, el 14 de mayo pasado, con un 44,9 %, y en la segunda ronda llegó hoy al 48 %, cuatro puntos por debajo de Erdogan, que se declaró ganador con el 52 %, según los resultados aún preliminares difundidos por la agencia oficialista Anadolu.

“Os pido apoyo para continuar con la lucha por la democracia. Se han llevado a cabo las elecciones más injustas de los últimos años”, denunció Kiliçdaroglu en alusión a las difíciles condiciones de la campaña electoral.

Todos los medios de comunicación públicos y la mayor parte de los privados se han volcado en difundir el discurso del presidente, dando poco espacio a la oposición.

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