Representantes de los Gobiernos de México y EE.UU. se reunieron este jueves por segundo día consecutivo para abordar mecanismos de cooperación que permitan reducir el consumo y tráfico de drogas en la región.

Durante el encuentro celebrado en las oficinas de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México, las autoridades se centraron en “estrechar la cooperación para enfrentar al crimen organizado trasnacional de manera efectiva”, según detalló el jefe de la Unidad para América del Norte de la SRE, Roberto Velasco, en un comunicado de prensa.

Como parte de estos mecanismos de cooperación, los funcionarios estadounidenses compartieron información sobre las “tendencias actuales del consumo y producción de drogas”, así como las distintas “estrategias para la reducción del consumo de estas sustancias”.

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El Gobierno de Joe Biden tiene entre sus prioridades urgentes enfrentar “la epidemia de sobredosis y adicciones” en la nación norteamericana. Desde 2015, el número de muertes por sobredosis aumentó un 35 %, lo que representa el alza más importante registrada para cualquier causa de muerte en EE.UU.

Como parte de esta estrategia, la Casa Blanca estableció mecanismos de cooperación bilaterales con Colombia y México para responder a la “producción y el uso de drogas ilícitas” en la región.

La delegación estadounidense estuvo conformada por la fiscal general asistente adjunta, Amanda Liskamm; el jefe adjunto de litigio y narcóticos de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Anthony Nardozzi; el jefe de sección de la División de Operaciones Extranjeras de la DEA, Michael Cabral; el director regional adjunto de la DEA, Matt Allen; y la subdirectora de la Oficina de Narcóticos Internacionales y Asuntos de Aplicación de la Ley, Lori Antolinez, entre otros.

Por su parte, la delegación mexicana estuvo encabezada por el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto; el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía; el comisionado nacional contra las Adicciones, Gady Zabicky Sirot; y el general brigadier de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Alfredo Salgado Vargas.

Reducción de violencia y armas

El pasado miércoles 30 de junio, las autoridades mexicanas se reunieron con Liskamm y con el subdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), Calvin Shivers.

Los funcionarios de ambos países discutieron “las estrategias de reducción de la violencia” y “contra el tráfico ilícito de armas”, las cuales fueron promovidas por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador como una prioridad dentro de la relación bilateral.

Entre 2009 y 2019, más de 2 millones de armas entraron de manera ilegal a México, un país que rompe los récords de violencia nacionales cada año.

Se estima que el 70 % de las armas encontradas en México provienen de EE.UU., una nación que tiene una política flexible de producción, venta y posesión de armamento.

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