Al menos 59 periodistas fueron asesinados en el mundo en 2020, entre ellos cuatro mujeres.

Como el número de víctimas, incluso si está disminuyendo en comparación con años anteriores, es siempre demasiado alto, la Unesco instó a los gobiernos a proteger a los periodistas y también, la información, para que sea considerada “un bien público”.

“En este año que está por terminar -declaró la Directora General de la Unesco, Audrey Azoulay- hemos entendido, como nunca antes, la importancia del periodismo para la democracia y para la protección de los derechos humanos”.

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La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay

“La pandemia fue de hecho una ‘tormenta perfecta’ -agregó- que puso en riesgo la libertad de prensa en todo el mundo”.

La crisis pandémica amenazó la vitalidad y la propia supervivencia de los medios, subrayó también la organización de la ONU.

Y eso se produjo particularmente debido a la pérdida masiva de ingresos por publicidad, lo que favoreció un entorno aún más precario para los trabajadores de los medios, con nuevos desafíos a su derecho a buscar, recibir y transmitir información.

Además, en muchos países, la legislación de emergencia y las medidas para frenar la propagación del virus sirvieron de coartada para restringir la libertad de expresión y de prensa.

También se procesó a periodistas por denunciar las fallas de las autoridades en el manejo de la crisis de salud, subrayó Azoulay, quien también destacó que “proteger al periodismo es proteger la verdad”.

Según datos de la UNESCO en los medios, en los últimos diez años un periodista fue asesinado cada cuatro días y crece la impunidad por crímenes cometidos contra estos profesionales.

En los primeros seis meses de 2020, remarcó asimismo la UNESCO, hubo alrededor de 125 manifestaciones en 65 países durante las cuales los periodistas fueron atacados o detenidos, y el número de incidentes siguió aumentando en la segunda mitad del año. 

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