Bernard Haitink, el director holandés que con refinamiento y gracia encabezó la Orquesta Real de Concertgebouw durante 27 años, además de tener posiciones de liderazgo en Londres, Chicago y Boston, falleció el jueves en su casa en Londres, dijo su agencia de representación. Tenía 92 años.
Haitink nació en Ámsterdam el cuatro de marzo de 1929, estudió violín y dirección en el conservatorio de la ciudad y debutó como director con la Orquesta de la Unión de la Radio Holandesa el nueve de julio de 1954.
Dirigió su primera función con la Concertgebouw, la más prestigiada orquesta de Holanda, el siete de noviembre de 1956, y se convirtió en codirector principal junto con Eugen Jochum en 1961, y en director principal en 1963, una posición que mantuvo hasta 1988. Bajo su batuta, la Concertgebouw fue considerada una de las mejores orquestas del mundo junto con las filarmónicas de Berlín y Viena.
Haitink era famoso por sus interpretaciones recatadas.
“El enfoque de Haitink era más apasionado que portentoso, felizmente carente de pesadez”, escribió el crítico de Associated Press Daniel J. Wakin después de una función de la Sinfonía No. 2 de Brahms con la Filarmónica de Berlín en el Carnegie Hall de Nueva York en 1991.
Haitink desarrolló una larga e influyente carrera en Inglaterra, donde fue director principal de la Filarmónica de Londres de 1969 a 1979 y director musical del Festival de Glynebourne de 1978 a 1988.
Sucedió a Colin Davis como director musical de la Ópera Real en Covent Garden en 1987 y mantuvo el puesto hasta 2002. Entre los momentos destacados de su dirección hubo una colorida producción de Graham Vick de “Falstaff” de Verdi con la que se reinauguró la renovada Ópera Real en diciembre de 1999.
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“Es uno de los principales directores de nuestra época, un músico natural maravilloso que logra una extraña combinación de rigor y expresividad en todo lo que abarca”, escribió Andrew Clements en el diario The Guardian antes de que Haitink renunciara a su puesto en la Ópera Real. “Las interpretaciones de Haitink siempre han sido un reflejo del hombre: directo, modesto y profundamente reflexivo”.
Haitink fue director principal de la Orquesta Sinfónica de Chicago de 2006 a 2010, entre los periodos de Daniel Barenboim y Riccardo Muti, y se convirtió en director invitado principal de la Orquesta Sinfónica de Boston de 1995 a 2004. También fue director principal de la Orquesta Juvenil de la Unión Europea de 1994 a 2000.
“Su pérdida deja un inmenso vacío en el mundo de la música”, dijo Muti en un comunciado.
El primer ministro holandés Mark Rutte, quien es también pianista, rindió homenaje a Haitink en la cumbre de la Unión Europea en Bruselas.
“Tristemente ya no está con nosotros. Lo echaremos de menos enormemente todos los amantes de la música en el mundo”, dijo.
Haitink dirigió 111 presentaciones con la Filarmónica de Viena, comenzando en 1972. Estuvo al frente de sus últimos conciertos con la orquesta, a los 90 años de edad, del 30 de agosto al seis de septiembre de 2019, con programas de Beethoven y Bruckner en Salzburgo, Austria; Londres y Lucerna, Suiza.
“El mundo de la música ha perdido a un gran director y activista de la música clásica”, dijo el director general de la Concertgebouw, Simon Reinink. “Atesoramos recuerdos muy entrañables de conciertos inolvidables que dirigió en nuestro recinto por más de 60 años”.
Haitink estuvo nominado a nueve premios Grammy y ganó dos, uno en 2003 por una grabación con la Ópera Real de Jenufa de Janácek, y otro en 2008 por una interpretación con la Orquesta Sinfónica de Chicago de la Sinfonía No. 4 de Shostakovich.
Sus grabaciones incluyen los ciclos sinfónicos de Beethoven y Brahms con el sello LSO Live de la Orquesta Sinfónica de Londres y una colección extensa con Phillips y EMI.