El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que sí existen grupos de autodefensas en el estado de Chiapas, “pero no muchos”, y apuntó que se ha querido crear un ambiente de inseguridad en dicha entidad “que no hay”, pese a que diversas organizaciones y activistas han advertido que hay en la región lo que calificaron como un “escenario de guerra”.

En la conferencia matutina de Palacio Nacional, López Obrador apuntó que hechos como el secuestro de servidores públicos de la Secretaría de Seguridad estatal han sido magnificados por los medios de comunicación para generar una percepción de mucha inseguridad.

Pues hay grupos de autodefensas, pero no muchos, y hay presencia de la Guardia Nacional en Chiapas. Han querido crear un ambiente de que en Chiapas hay mucha inseguridad, mucha violencia, pero no, yo les puedo probar con datos que no hay homicidios, no tenemos un índice delictivo alto”, dijo.

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“Si no (se muestran datos sobre la seguridad en Chiapas), solo nos atenemos a la percepción y esa se puede crear, además cuando hay un hecho como el secuestro de los servidores públicos del reclusorio, eso los medios los magnifica y se genera una percepción de que hay muchísima inseguridad, pero nosotros todos los días estamos viendo”, indicó.

“Siempre es la tentación de decir la violencia, si se les cae Xóchitl (Gálvez, aspirante presidencial de la oposición) ¿de qué se agarran? Pues se agarran hasta de un clavo ardiendo, pero de qué: la violencia, tienen que seguir con la violencia. ¡Ah! Que el Tren Maya, sí, destruyeron la selva, válgame Dios ¿no?”, manifestó.

Hasta los sitios arqueológicos, ocurrencias, no, no, no, no, Lo que está gravísimo es lo de la violencia, eso está gravísimo, pues sí, estamos enfrentando eso, son remanentes que nos dejaron, es la herencia que nos dejaron los Gobiernos vinculados a la delincuencia, a la delincuencia organizada y de cuello blanco, no hay que olvidar que en México había un narcoestado”, agregó.

El creciente conflicto armado, con homicidios y desapariciones en el sureste de México, en Chiapas, enfrenta a organizaciones y activistas que denuncian un “clima de guerra” con el Gobierno de López Obrador, quien afirma que la región está en paz.

“Chiapas vive un escenario de guerra y el Gobierno mexicano es muy irresponsable al minimizar toda esta violencia aguda que se está viviendo, paralizando la paz en la población”, expresó en entrevista con EFE Carlos Ogaz, responsable del área de sistematización e incidencia del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.

Agregó que el estado, ubicado en el sureste de México, “vive una guerra posibilitada por la impunidad, por la inacción, la omisión del Gobierno mexicano ante esta problemática, y eso hace que vaya en aumento y no se vean acciones estratégicas para garantizar la vida y la seguridad de la población”, agregó el investigador.

Por su parte, la organización Red de Resistencia y Rebeldía Ajmaq señaló que les asombra la negación del Gobierno mexicano ante esta guerra donde grupos paramilitares y del crimen organizado están atacando a la población civil de la zona fronteriza México- Guatemala; selva, pueblos indígenas mayas.

“Todos esos crímenes los vemos en comunidades zapatistas y no zapatistas, existen constantes ataques armados, la población no puede vivir una vida normal, todos saben que existe el tráfico de drogas, de personas, de armas y por eso resulta increíble que exista una negación y que digan que aquí no pasa nada”, expuso Mariela Vázquez, integrante de Ajmaq.

“Es una guerra civil, ni siquiera mal gobierno o gobierno incompetente, sino que es algo que ya no está, no escuchan, no ven y no dicen nada; hay un desgobierno, entonces el Estado y el crimen organizado están entretejidos y está afectando a la dinámica local”, dijo a EFE Diana Itzu, también miembro de Ajmaq.

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