Mañana se cumplen 6 meses del fatídico accidente de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México. El pasado 4 de mayo al anochecer una trabe de esa línea se partió en dos mitades y dos vagones que transitaban por la vía elevada cayeron al vacío, matando a 26 pasajeros e hiriendo a casi 100 más.

Los meses transcurrieron y es el día en que no hay culpables. Lo que sí hubo son investigaciones, peritajes, informes, discursos encendidos e indemnizaciones a los deudos y heridos. Lo último en ese “proceso de justicia” por la deficiente obra que mató a seres humanos es la denuncia de 10 exservidores públicos (el exdirector Enrique Horcasitas, entre ellos) y el anuncio de que Carlos Slim y su grupo empresarial invertirán 800 millones de pesos para rehacer el tramo afectado.

Este suceso ya se pareció a los criticados y mediatizados hechos trágicos de la Guardería ABC, de los 43 muertos de Ayotzinapa, del derrumbe del Colegio Rébsamen, de los cientos de feminicidios del país, de la masacre del bar Caballo Blanco en Coatzacoalcos y muchos otros crímenes no resueltos a satisfacción en todo el país, donde nadie ha quedado conforme con las investigaciones, con las sentencias o con los chivos expiatorios que pagan las culpas. 

Anuncios

Porque en los resultados que se presentaron a la población, habría que cuestionarse si hubo legalidad y principalmente justicia, esa es la triste conclusión. Y como siempre, en todos esos casos lo que al final se vio, fueron verdaderas estrategias de cacería de brujas. Muchos culpables siguen y seguirán sueltos y delinquiendo.

Respecto a la Línea 12 del Metro, Marcelo Ebrard en estos días recuerda su periplo internacional y sus fotografías con el grupo de jefes de estado del poderoso G20, porque a AMLO no le gusta viajar al extranjero. Marcelo tiene perfectamente olvidada su pasada gestión como jefe de gobierno de la Ciudad de México, cuando se construyó esa obra, siempre cuestionada. Claudia Sheinbaum, la actual jefa de gobierno -que hace campaña por la presidencia de la república, de la mano del presidente- no quiere saber nada del tema de la supervisión y mantenimiento del sistema de transporte colectivo, igual que Miguel Mancera, su antecesor, quien insiste que él no tuvo responsabilidad. 

Te puede interesar: MARCELO Y EL CINISMO: IMPOSIBLE GUARDAR LA LÍNEA

Y si hablamos de la empresa constructora, propiedad de Carlos Slim, que suministrará los 800 millones de pesos para reparar la Línea 12, debemos recordar que este multimillonario empresario de telefonía celular, también con el Grupo Carso, construye un tramo del Tren Maya en la península de Yucatán. Así mismo, es pertinente recordar que ya se informó a los mexicanos que el conjunto de esas obras ferroviarias peninsulares, ya excedieron su costo original en un 42% (como publicó El Financiero el 26 de octubre de 2021).

Lo que podrían pensar muchos compatriotas, es que esos 800 millones de pesos que se aplicarán en la Línea 12, se podrían estar pagando otra vez con los impuestos nacionales, al estilo de las decisiones de los últimos gobiernos en México, con la siguiente estrategia: “Te pago el aumento allá, para que abones, participes o te solidarices acá, donde ahora lo necesito”. Porque Slim y López Obrador, en el tema de las obras y como todo mundo sabe, tienen excelente coordinación desde hace muchos años.

Es decir que, en este hecho trágico ocurrido el pasado mayo, se puede cumplir perfectamente el dicho aquel de que en sus modos de solución se trató de “la misma gata, pero revolcada”. Lo que en palabras claras significa que, además de que no habrá legalidad ni justicia, porque políticamente no conviene, la obra caída con estrépito mundial, se estaría pagando dos veces con recursos del dócil y generoso pueblo de México.

Información relacionada: Colapso en el metro le está estallando en el hocico a 4T: Muñoz Ledo

Si esto es así, la Cuarta Transformación es sólo en discurso y ocurrencia. Y la administración lopezobradorista es tan omisa como lo fueron los anteriores regímenes de gobierno y sus omnipotentes comandantes.

Publicidad