La Alemania nazi comenzó su debacle en Normandía, Francia, en una fecha que la historia de la Segunda Guerra Mundial acuñó como “El día D”, el martes 6 de junio de 1944, cuando las fuerzas aliadas comenzaron a hacer retroceder al ejército de Hitler hasta su rendición total, un año después. 

Sin que se considere como algo igual a ese gran evento militar europeo, el sábado 5 de febrero, el exgobernador Dante Delgado llegó a la Plaza Lerdo de Xalapa con algunos políticos destacados de Veracruz y formó un Movimiento por la Justicia con el objeto de hacer sentir su fuerza conjunta ante el gobierno de Cuitláhuac García.

El Movimiento por la Justicia organizado por Dante ocasionó más repercusión que la que la sociedad imaginaba. Y como acostumbra cuando se siente vulnerable, el gobierno estatal comenzó con un histérico manejo en redes 4T para desacreditar al líder de Movimiento Ciudadano y a Julen Rementería, Pepe Yunes, Indira Rosales, Héctor Yunes y otros más que le acompañaban, usando en el contraataque a algunos columnistas a destajo y aplicando a los organizadores todos los calificativos que pudieron encontrar en su escaso repertorio de defensa.

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En la argumentación del Movimiento por la Justicia el sábado pasado, se utilizó el problema de los ultrajes contra la autoridad, creado por este gobierno, el encarcelamiento del exdiputado Manuel Del Río Virgen y las detenciones de otros políticos del PAN y PRD, meses antes. Y lo que dejó ver esta iniciativa multipartidista es que las fuerzas políticas opositoras y diversos grupos de la sociedad están dispuestos a organizarse para presentar un frente que haga sentir que sí hay una oposición política real y dispuesta a crecer de aquí a la elección de 2024.

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La estrategia dantista, augurada en el editorial de Palabras Claras el lunes antepasado, ocasionó una verdadera psicosis en el gabinete estatal y en la dirigencia del congreso veracruzano. Un descontrolado chillar-chillar con expresiones tontas como “veo más gente en la fila de las tortillas” o traiciones del inconsciente como “tendremos que soltar a 40 jefes de plaza”, fueron reproducidas en tristes lamentaciones, quizá recordando aquella célebre frase de los 40 ladrones, o evocando a los 40 familiares en la nómina principal, orgullo del nepotismo en esta administración.

El Movimiento por la justicia liderado por Dante Delgado Rannauro llegó para refrescar la política veracruzana y viene a convocar a la ciudadanía a manifestarse y organizarse, de cara a la siguiente elección a gobernador. El domingo de la elección a gobernador en 2024, seguramente será el auténtico Día D para recuperar la democracia y el poder de los veracruzanos agobiados por la inseguridad y por tanta corrupción e impunidad.

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