Carlos Urzua fue el primer secretario de hacienda de López Obrador. Es un destacado especialista en economía, a quien en privado y en sus columnas periodísticas le gusta hablar claro de los problemas nacionales. Pero en julio de 2019 dejó el cargo, cuando comprobó que no tenía oportunidad de apoyar en serio a su país desde la importante posición que había alcanzado en el gabinete federal en diciembre de 2018.

En su columna del lunes pasado, titulada “Estados de la República aletargados (1)”, hace referencia al letargo económico del país, indicando que Veracruz es uno de los casos más evidentes. Y señala que “en febrero del 2020 el número de puestos de trabajo en el sector formal, aquellos dados de alta en el IMSS, rondaban los 768 mil en el estado. Dos años y cuatro meses después, la cifra apenas ronda los 738 mil, ¿Por qué?” 

Para contestar a esa interrogante, Urzúa recuerda la mala racha de gobernantes y la falta de nueva infraestructura en Veracruz, pero plantea la hipótesis de que el gobierno (en todas las épocas) apostó demasiado por el sector agropecuario, dejando de lado el sector manufacturero, con alto valor agregado. Pero lo más significativo que informa el extitular de la SHCP, es que “el desempeño de Veracruz es todavía más preocupante, porque, en efecto, el estado ocupa ya el lugar 23 en la lista de todas las entidades, cuando son ordenadas de acuerdo con su PIB (Producto Interno Bruto) per cápita”.

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Por este tipo de aseveraciones y realidades veracruzanas, extraña a la sociedad que el gobierno que dirige Cuitláhuac García siga inmune y omiso a las acusaciones de empresarios veracruzanos que el medio Latinus difundió hace pocos días, referentes a las prácticas oscuras e irregulares que en perjuicio de miles de empresarios de la entidad, realiza el procurador de medio ambiente, Sergio Rodríguez, noticia que fue oportunamente replicada en este portal, debido a la gravedad de los señalamientos.

Sobre este tipo de ineficiencias y corruptelas, el periódico Imagen del Golfo presentó el jueves pasado una noticia sobre la denuncia que en video hace Francisco Germán Revilla, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción, delegación Veracruz, respecto a los moches y comisiones que se exigen a los constructores en la SIOP (Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas), dando a conocer, también, que algunos de ellos de nueva cuña, que están recibiendo obras en estos momentos, no cuentan con experiencia ni capacidad técnica para hacer una construcción de calidad. Esto lo resentirán los ciudadanos en unos años más.

Lamentable situación la de la crisis económica que sufre Veracruz, que dibuja Urzúa y resienten todas las clases sociales, que desafortunadamente no atienden ni Enrique Nachón, ni José Luis Lima Franco, los secretarios de Desarrollo Económico y de Finanzas y Planeación, personajes atentos a sus propios intereses, (como el caso de la colocación de créditos NAFIN presuntamente impulsados para “empresas predilectas”) que no tienen nada que ver con las encomiendas oficiales.

La falta de empleo y salarios dignos en Veracruz explica suficientemente el aumento de migrantes veracruzanos, de los que el fin de semana tres de ellos fueron trasladados en ataúd desde Estados Unidos a Naolinco, por haber fallecido asfixiados en un tráiler de indocumentados en Texas, luego de haber cruzado la frontera. 

Pero lo fuerte e innegable de Cuitláhuac García, como ya demostró y seguirá demostrando, son la fiesta, el baile y los rollos. 

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