Jesús Lezama

El núcleo central de la política en este país siempre se ha ubicado en el Palacio Nacional y tal como sucedía en el Imperio Romano, el poder tira al centro. Desde ahí se toman y disparan las decisiones más importantes para el país.

En ese estado de cosas, no debería sorprender que el senador por Veracruz Miguel Ángel Yunes Márquez, hoy militante del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), haya sido ratificado como Presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público en la Cámara Alta.

Esa posición pasa por obligación política por la mesa del Titular del Poder Ejecutivo, en este caso, el senador Yunes Márquez no encabezaría la importante cartera en el poder legislativo federal sin la venia de la presidenta de México Claudia Sheinbaum.

Así que la frase machacona “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada” de los políticos, militantes y simpatizantes de Morena sólo son palabras, palabras, palabras. Sí de verdad actuaran apegados a lo que dicen, sencillamente no hubieran otorgado la importante comisión y permitido la afiliación del senador Yunes Márquez a Morena, ya que el pueblo, hace poco más de siete meses reprobó a los Yunes en Veracruz.

Pero aún hay más. Las consignas verbales de “En Morena nos reservamos el derecho de admisión”, soltadas por las principales cabezas y líderes de Morena en Veracruz, quedarán para en el registro digital y en la memoria de los acuciosos observadores del acontecer político, nada más.

Si, la política da muchas vueltas para llegar al mismo lugar y sigue vigente la consigna del clásico: “Los políticos son como los chiqueros, todos son iguales, lo único que cambia son los cerdos.”

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