El Gobierno de Cuitláhuac García no significó un cambio en las prisiones veracruzanas, pues la corrupción sigue afectando a familiares y a los propios internos.

Al respecto, de forma anónima, familias de las personas privadas de su libertad expusieron que hay abusos de toda clase que son solapados por el Gobierno estatal y el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Hugo Gutiérrez Maldonado.

Lamentan que, pese a que existen evidencias de esta situación, ni los ciudadanos ni las autoridades muestran interés, con el argumento de que los delincuentes merecen ese tipo de castigo.

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“Como familiares de personas que están en la cárcel, en muchas ocasiones sufrimos burlas y discriminaciones, difícilmente recibimos ayuda, vivimos el castigo junto a nuestro familiar en prisión y las autoridades aprovechan para abusar de su poder porque ni siquiera los de derechos humanos nos apoyan.

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“Sabemos que no es fácil y a lo mejor no llama la atención del público escribir notas acerca de los familiares de gente presa, porque a nivel social muchos piensan que hasta se deberían de secar y morir allí”, escribieron los inconformes a Palabras Claras.

Aseguran que los presos padecen situaciones de tortura, corrupción y extorsiones por parte de las autoridades encargadas, pues nada ha cambiado desde hace años, sin importar que actualmente el Gobierno de a “Cuarta Transformación” está en Veracruz.

“¿Alguien nota alguna diferencia desde que están los nuevos jefes? ¡No! las cárceles siguen siendo bombas latentes, lugares donde en lugar de ayudar en la reinserción, empeora la salud y la salud mental de la gente que vive ahí.

“Tenemos familiares en cárceles del Estado de Veracruz, los encargados en muchas ocasiones no tienen la preparación profesional y humana, suficiente para tratar con los internos y las internas, están en su cargo por favoritismos a pesar de tener antecedentes de corrupción, violencia, extorsiones y la lista es larga”, acusaron.

Aseveran que el titular de la SSP se hace de la “vista gorda”, manteniendo a gente no apta para ejercer las funciones que deberían porque en lugar de mejorar las cosas las van empeorando.

“Ahora con la pandemia aprovechan en hacer y deshacer porque ya no hay visitas y la comunicación con nuestros familiares se ha reducido, y si tenemos alguna queja que presentar no nos atienden que según por la pandemia, además ir a la CEDH es como tocar con pared”.

Los familiares cuestionaron sobre el destino del dinero que circula en las cárceles, pues están seguros que terminan en vehículos del año, celulares, mansiones y otros lujos que aprovechan las autoridades de la SSP, de la Dirección General de Prevención y Reinserción Social y de la Subsecretaria de Prevención y Participación Ciudadana. 

“Este abuso de autoridad parece nunca acabar, dicen que trabajan para respetar los derechos humanos de los internos y no es nada cierto, se siguen violando sus derechos humanos, se sigue practicando la tortura física y psicológica, siguen los castigos”.

Detallaron que esto ocurre especialmente en los CERESOS de Pacho Viejo; Tuxpan, Coatzacoalcos, así como el de Amatlán, aunque se trata de una situación generalizada en las prisiones veracruzanas.

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