Sin una sola propuesta, sin un sólo mensaje sobre los problemas en Veracruz, sin una sola crítica al gobierno estatal, pero si con muchas denostaciones a MORENA y Andrés Manuel López Obrador, se registró como candidata a la gubernatura por Nueva Alianza, Miriam Judith González Sheridan.

En su discurso y entrevista se abocó a hablar mal del partido, que la nominó y la hizo ocupar el cargo de diputada local sin experiencia en la política, pues sólo se dedicaba a administrar un gimnasio donde se impartían clases de aerobics.

Ahora, tras renunciar a MORENA, reconoció que su campaña se enfocará únicamente en el sur de la entidad, para debilitar a dicho partido.

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“Morena fue un bastión muy fuerte en el sur pero ya ha habido demasiadas decepciones, los militantes de Morena están muy decepcionados, están abriendo los ojos de las porquerías que están haciendo y me están dando la razón, mucha gente está desertando de ese partido y lo vamos a debilitar a como dé lugar”, agregó.

En su mensaje ante los siete consejeros y el secretario ejecutivo del OPLE de Veracruz, recordó que al separarse del partido de Morena —debido a la falta de congruencia y honestidad— la han señalado de “traidora, vendida”, pero esto no la doblegó, por lo que pudo más su convicción como mujer, empresaria y madres de familia para ver por su estado.

“Lejos de intimidarme con sus agravios, insultos, denostaciones y hasta amenazas, sólo lograron reafirmar mi convicción por participar”, añadió.

Cuestionada sobre el desempeño del actual gobierno estatal, evitó hacer una sola crítica a la administración del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, de igual forma se negó a responder que fue “contratada” por el propio gobernador con el sólo objetivo de perjudicar a MORENA.

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