“Peligroso, inquietante, impactante”, son algunas de las palabras de las numerosas condenas empleadas por muchos exponentes conservadores contra la imagen contenida en un tuit de la ministra de Cultura británica, Nadine Dorries, en el que aparece el exministro de Hacienda Rishi Sunak a punto de apuñalar por la espalda al premier Boris Johnson.

Se trata de un fotomontaje extraído de la película “Julio César” de 1953, en el que el exministro de Hacienda interpreta el papel del conspirador Casca dispuesto a atacar a un BoJo imaginado como el célebre líder y líder de la antigua Roma, traicionado por los suyos.

Dorries, que terminó en el centro de una tormenta mediática de críticas, es una firme partidaria del primer ministro saliente y se ha puesto del lado de la ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss, en la carrera por el liderazgo Tory y el liderazgo del Gobierno, que ve a esa funcionara como una postulante concreta y con alta chance.

Como otros cercanos a Johnson, acusa a Sunak, el otro contendiente en el desafío hacia un nuevo liderazgo, de traición a la patria por haber desatado la crisis en el ejecutivo y la caída de BoJo con su dimisión.

Entre las acusaciones contra la titular de Cultura emerge la de alimentar la violencia tras los casos de diputados asesinados, como el del conservador David Amess apuñalado el año pasado.

El ministro de Negocios, Greg Hands, que es partidario de Sunak, dijo que “no ha pasado ni un año desde el apuñalamiento de Sir David Amess” y que una acción como la de Dorrie “es de muy, muy mal gusto, incluso peligroso”.

“Lo encuentro desagradable y menos de un año después del apuñalamiento real”, enfatizó.

El parlamentario conservador Sir David fue asesinado a puñaladas por el fanático del Estado Islámico Ali Harbi Ali en Essex en octubre del año pasado. Desde entonces, Ali ha sido encarcelado de por vida por el crimen.

El exsecretario de Irlanda del Norte, Brandon Lewis, quien respalda a Truss, dijo que “ciertamente no es el tipo de cosas que tuitearía”. El secretario galés, Sir Robert Buckland, otro partidario de Sunak, también criticó las acciones de Dorries y le dijo a BBC Radio Wales que el uso de “ese tipo de imágenes y narrativa no es solo incendiario, está mal”.

El intercambio de la imagen se produce cuando Dorries, una partidaria constante y abierta de Boris Johnson, ha aumentado sus feroces críticas al Sunak en las últimas semanas. En un artículo del Mail on Sunday, acusó a funcionario de “planear un golpe” que era “tudoresco en su grado de brutalidad”.

Sunak fue uno de los primeros y más importantes miembros del gabinete en renunciar luego de la controversia sobre la respuesta del gobierno a las acusaciones de que el exdiputado conservador Chris Pincher manoseó a dos hombres, lo que llevó a la renuncia de Johnson.

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La iniciativa de Dorries, respecto de la que admitió haber exagerado mínimamente, es entonces completamente contraproducente para Truss que ya navega a toda velocidad según las encuestas hacia el éxito en la votación por correspondencia de los miembros conservadores (que se abre esta semana) y su nombramiento en lugar de Johnson es cada vez más probable.

Mientras tanto, Sunak intenta lo que parecen movimientos desesperados como la propuesta de una nueva rebaja de impuestos, tras la de las facturas energéticas de los últimos días. 

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