Un arsenal con 45 toneladas de municiones que el ejército ucraniano había recibido de los países miembros de la OTAN fue destruido por las fuerzas rusas en la región ucraniana de Mykolaiv, sur del país, mientras la central nuclear de Zaporiyia sigue bajo zozobra.

La destrucción de pertrechos y municiones fue anunciada por el ministerio de Defensa ruso, reportó la agencia de noticias Interfax.

“Esta noche (la del sábado para domingo, NDR), unos 60 cohetes de tipo Grad alcanzaron los asentamientos costeros entre Nikopol y Zaporiyia, 40 de ellos en el pueblo de Marganets”, en la orilla norte del río Dnipro, a solo 10 km de la central nuclear de Zaporiyia en la orilla sur, informó en Telegram Yevhen Yevtushenko, el jefe de la administración militar del distrito de la vecina Nikopol.

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“Se dañaron casas, edificios, tuberías y redes eléctricas.

Dos personas resultaron heridas, una de las cuales, un hombre de 64 años, está en el hospital con heridas graves”, agregó Yevtushenko.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, acusó hoy a Rusia de utilizar la central nuclear de Zaporiyia “para el terror” tras la investigación de los graves daños a la estructura.

Kiev y Moscú se culparon mutuamente por los ataques a la planta de energía, el complejo nuclear más grande de Europa.

Zelensky, en su discurso del sábado por la noche, acusó una vez más a Moscú de terrorismo y afirmó que “los terroristas rusos se han convertido en los primeros en el mundo en utilizar la central para el terrorismo”.

Uno de los reactores de la planta de energía nuclear ucraniana, bajo el control de las fuerzas rusas, fue apagado.

“El bombardeo del viernes provocó un grave riesgo para la operación segura de la planta”, dijo el sábado la compañía ucraniana de energía nuclear Energoatom, tras los atentados que Kiev y Moscú se acusan mutuamente de haber lanzado.

“Tras el ataque a la central nuclear de Zaporiyia, se activó el sistema de protección de emergencia en uno de los tres reactores en funcionamiento, que se apagó”, anunció Energoatom en un mensaje en Telegram.

“Un equipo de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) “debe viajar a Zaporiyia, tal como lo hicimos en Chernobyl y el sur de Ucrania a principios de este año. Podemos armar una misión de seguridad y salvaguardia y proporcionar la asistencia indispensable y la evaluación imparcial que se necesita”, escribió este domingo en Twitter el director general de la AIEA, el argentino Rafael Mariano Grossi.

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Ayer, refiriéndose a la planta de Zaporiyia, Grossi dijo que estaba “extremadamente preocupado por el bombardeo del viernes” y subrayó la existencia de “un riesgo muy real de un desastre nuclear”.

Las tropas ucranianas atacaron anoche un área de la central nuclear de Zaporiyia cerca de la zona de almacenamiento de combustible nuclear gastado, dañando algunos edificios administrativos, dijo la oficina de prensa de la administración de Enerhodar, la ciudad ubicada en la parte ocupada por los rusos.

“La zona dañada -subraya la oficina de prensa- incluye la misma zona de almacenamiento de combustible nuclear gastado y la estación de monitorización informatizada de la situación radiactiva”.

Todos los incendios que estallaron en el área de la central nuclear de Zaporiyia, en Energodar, provocados por el fuego de artillería de las fuerzas ucranianas “fueron extinguidos por completo”, dijo un miembro del consejo regional de administración civil militar, Vladimir Rogov, dando la versió rusa de los hechos.

En tanto, Ukrinform reportó que la alarma aérea se activó durante la noche en Járkov y Nikopol, en la región de Dnipropetrovsk, por nuevos ataques de los rusos.

Los residentes de Járkov dijeron que escucharon al menos tres poderosas explosiones, informó el canal 24.

Según Yevtushenko, los invasores también llevaron a cabo bombardeos en dirección a la ciudad de Marganets y el asentamiento urbano de Chervonohryhorivka. 

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