Aunque en el pasado presumían cercanía, trabajar en unidad y sobre todo aplausos para su entonces jefe, el gobernador Javier Duarte de Ochoa, tras la caída del priísmo, varios de los ex funcionarios no han dudado en traicionarse o señalarse unos a otros.

Prueba de ello, es que los ex secretarios de Finanzas y Planeación, Fernando Charlestón Hernández y Salvador Manzur Díaz responsabilizaron a sus entonces subalternos Gabriel Deantes, Tarek Abdalá y Carlos Aguirre de un desvío de mil 580 millones de pesos.

De esta forma, ellos dos lograron evitar que la Auditoria Superior de la Federación los implicara en la devolución de más de mil 580 millones.

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Por ello, presentaron pruebas documentales consistentes en oficios, mediante los cuales se lavaron las manos, diciendo que siempre instruyeron a los entonces tesoreros que depositaran a la cuenta del Seguro Popular los recursos que había enviado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Conforme al expediente que la Auditoría Superior de la Federación realizó por este desvío de recursos, en el cual ordenó el pago de mil 580 millones de pesos a Gabriel Deantes, Tarek Abdalá y Carlos Aguirre; de igual forma exhime de responsabilidad de Fernando Charlestón Hernández y Salvador Manzur Díaz.

Los últimos dos lograron evitar que tener que ser parte del grupo que tendrá que pagar los recursos a la Tesorería de la Federación, pues en todo momento negaron haber ordenado sacar esos montos o no enviarlos a las cuentas correspondientes.

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