Cuatro alcaldes veracruzanos son observados por la población y por las fuerzas políticas como prospectos a candidatos a gobernador o senadores de la república. Paty Lobeira en Veracruz, Ricardo Ahued en Xalapa, Amado Cruz en Coatzacoalcos y Juan Manuel Diez Francos en Orizaba, integran este selecto grupo de presidentes municipales que podrían hacer un papel decoroso y de resultados tangibles que les impulse a las plataformas electorales en 2024.
Los cuatro personajes cuentan con circunstancias y potencialidades de diversa índole que les hace relevantes para considerarlos en escenarios futuristas. Y esto ocurre porque de toda la camada de personajes sobredimensionados que tratan de subirse a las candidaturas partidistas a la próxima gubernatura, sólo dos o tres cuentan con verdadera simpatía popular y con elementos como para pelear por el voto de la ciudadanía.
Pero habrá que recordarles a esos alcaldes esta determinante realidad: una golondrina no hace verano. Y se menciona porque algunos acelerados y “acomedidos” ya andan hasta encuestando en redes sociales los “logros” y presencia de alguno de ellos. Lo que ese dudoso estratega está ocasionándole a su soñador cliente, es que la audiencia no es nada ingenua, porque con eso, lo único que piensa ese lector, es que el elástico edil, desde su primer mes en la silla municipal, ya está dedicando energía y recursos del erario para promoverse, en lugar de atender los cientos de baches que ofreció tapar porque según él, ya contaba con la dirección de esos hoyos que siguen destrozando vehículos en Xalapa. Pero lo que el señor Ricardo Ahued demuestra a la gente pensante, es que la única dirección que conoce él es la que, según su adelantada idea, le llevará al palacio de gobierno de Veracruz.
En la ciudad de Veracruz, los porteños están animados porque, por fin, el gobernador Cuitláhuac ha abierto la boca para plantear el apoyo al carnaval de Veracruz que Paty Lobeira anunció para mediados de año, una vez mejoren las problemáticas de la pandemia. La alcaldesa panista está tratando de llevar la fiesta en paz con el gobierno morenista, y eso es de aplaudirse, aunque lo que se consiga sea simbólico o en especie (como aquella vigilancia de seguridad pública, que alguna vez mencionó García Jiménez). Lobeira ha comenzado bien su gestión y conoce a detalle lo que sucede en el territorio. Tiene asesores que auguran una época sobresaliente para la ciudad.
Amado Cruz dará mejor gestión a Coatzacoalcos. Está obligado porque Rocío Nahle desea ser gobernadora. En ese municipio la gente no toleraría otra gestión de espanto como la de su antecesor, también nahalista. Hizo bien en reconocer el impacto de la delincuencia en su primer mes, ignorando los dichos triunfalistas que sueltan los responsables de la seguridad pública desde la capital del estado.
Juan Manuel Diez Francos es el forjador del nuevo Orizaba desde su primera gestión. Todo mundo espera avances y mejoras que sigan proyectando a ese municipio a nivel nacional. El visionario guía empresarial podría luchar por la gubernatura. Todo depende de que tenga interés en hacerlo, para cerrar con broche de oro su carrera política.
Estos cuatro nombres deben registrase en la lista de prospectos a la gubernatura de Veracruz. Pero una cosa es estar en el imaginario colectivo estatal, y otra muy distinta, tener logros destacables y consistentes que les impulsen hacia objetivos de esa magnitud. Pero los cuatro están en la mira. Y en el caso de Ahued, Nahle y Huerta, les sigue faltando la modificación constitucional que les faculte para ello.