La semana anterior se comentaba la existencia de trece personalidades que han sido mencionadas para buscar la gubernatura de Veracruz por los diferentes partidos políticos o coaliciones que pudieran surgir para esa contienda electoral que concluirá el 7 de julio de 2024. También se anunció que este editorial sería dedicado a analizar las posibilidades de Dante Delgado Rannauro en relación con ese objetivo.

Lo primero que debe señalarse es que Dante es, quizá, el más influyente político veracruzano en los tiempos de la cuarta transformación. Su poder de convocatoria, su tenacidad, su habilidad para cruzar desiertos y su don de resiliencia son sus mayores virtudes. De su gestión como gobernador mucho se ha dicho y escrito. En diversas ocasiones se ha enumerado la obra y los reconocidos resultados de su gestión. De su etapa posterior se ha hablado todavía más, incluidos los quince meses que vivió en calidad de “preso político” -como él mismo defendió- desde Pacho Viejo. 

De la formación y desarrollo de su partido Convergencia por la Democracia, ahora denominado Movimiento Ciudadano (MC), existe demasiada información en los medios de comunicación y en la conversación de los actores políticos del país y de Veracruz, estado en el que, para favorecer el proyecto sucesorio de Yunes Linares en 2017, el alvaradeño hizo alianza política con el PAN y el PRD. También corre mucha información de sus actuaciones como dirigente de ese partido o como senador en el Congreso de la Unión.

De lo último que se menciona en Veracruz sobre Dante, es el rumor de que su partido podría incluirse en un bloque opositor junto a dichos partidos y el inanimado PRI, para arrebatarle la gubernatura a MORENA en 2024. En una entrevista con Loret de Mola, incluso avisó que podría buscar la gubernatura sin acompañamiento de otros partidos. Y desde que gobierna AMLO, también han trascendido sus tres o cuatro cartas donde lo conmina a ser verdadero jefe de estado, a gobernar bien y a que recuerde a la sociedad que le llevó a Palacio Nacional.

Con todo ello, y a como se perciben los escenarios, puede afirmarse que Dante Delgado juega su última carta en Veracruz. Última, desde el punto de vista biológico, dado que, en el año 2024, el cordobés estaría celebrando sus 76 años de vida. En favor de esa idea, recordemos que la ley le permite ser candidato a gobernador constitucional, dado que cuando gobernó, él no pasó por una elección constitucional y llegó al poder como gobernador sustituto.

Pero esa opción de ser candidato se percibe un tanto lejana, porque Dante no puede permitirse una derrota ya que es el líder nacional de MC, y como tal, y con toda la fuerza posible, debe impulsar a sus candidatos a las diversas gubernaturas y a la presidencia de la república, aspiración a la que figuran dos de sus alfiles, el gobernador Alfaro de Jalisco y el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, hijo.

Podría ser que para Veracruz Dante esté buscando a un candidato con tamaños y fortaleza económica para proponerlo a través de MC. Y lo que observa el exgobernador sustituto, es que las complejas condiciones políticas y sociales resultan favorables para concretar ese objetivo de crecimiento emecista. En este escenario, podrían apuntarse Miguel Ángel Yunes Márquez (con quien ya caminó en 2017) o Patricia Lobeira de Yunes, llegado el caso. Y por el lado del PRI, podrían tomar el estandarte Juan Manuel Diez Francos o Pepe Yunes, que ya trabaja en ello. Y en un caso extremo, hasta Ricardo Ahued, a partir de un previsible disgusto con los morenistas, o mediante una oscura estrategia obradorista, podría ser el gallo de Dante.

La naturaleza pragmática de Dante le permite jugar el ajedrez y la conveniencia, juntos o separados. Él sólo aparecería como candidato, si AMLO le asegura el respaldo absoluto de palacio nacional. Y ante este escenario maquiavélico, surgen algunas preguntas: ¿Qué carta jugará Dante en Veracruz? ¿Y acaso López Obrador se la jugará con Dante en Veracruz, o preferirá a otro para esos lances, si continúa observando que sus frágiles gallos de granja no crecen?

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Como van las cosas y los escenarios en el país, es posible que DDR lidere la campaña de un fuerte candidato en Veracruz y principalmente la campaña nacional a la presidencia de la república. Tiene salud, energía, contactos y mañas por costales. Falta ver si efectivamente, y como se ha especulado en algunos cenáculos, el líder de Movimiento Ciudadano ya se divorció de López Obrador.

De cualquier manera, y tal como se observan las condiciones nacionales, lo cierto es que Dante Delgado tendrá un papel fundamental en la política mexicana de aquí y hasta el 2024, cuando menos. 

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