En la Cámara de Diputados, el Paquete Económico 2021 fue tema de debate virtual entre legisladores de mayoría y oposición.

En un panel temático a distancia, el líder parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN), Juan Carlos Romero, así como el diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Fernando Galindo, subrayaron que el presupuesto es del país, no del Presidente en exclusiva.

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Advirtieron que los criterios de política económica planteados por la Secretaría de Hacienda (SHCP) se sustentan en “cuentas alegres” que obligarán a hacer ajustes al gasto el año entrante.

Si se cumple la advertencia de la mayoría, respecto a que el presupuesto saldrá sin cambios, tal y como lo perfiló el Ejecutivo, en el transcurso del 2021 se tendrán que hacer modificaciones al gasto, alertaron.

“El paquete económico lo que debe buscar es que sea realista y si no es realista, por más que hagamos cifras alegres, vamos a tener que ir haciendo ajustes el próximo año, si no va acorde a nuestra realidad económica”, alertó Galindo Favela.

“Y cuando uno empieza a ver las variables macroeconómicas con las que Hacienda envió el paquete económico, algunas se ven muy optimistas, cuando ellos estiman una caída de ocho por ciento y la mayoría de los analistas están por arriba del 10 y el crecimiento para el próximo año lo estiman en 4.6 cuando la mayoría de los analistas están en tres”, enfatizó el también exsubsecretario de Hacienda.

“Este no es el presupuesto del señor Presidente de la República, este es el presupuesto para México y tiene que tener muchos aspectos que van a tener que revisarse a fondo. De una primera impresión, lo que haremos es ver en qué contribuye a estas crisis de salud, a la crisis de economía, de seguridad, de corrupción entre otros aspectos. Y que en los criterios de política, ojalá y los pronósticos puedan darse en la realidad”, apuntó.

El diputado Romero Hicks también se pronunció a favor de ir a una Convención Nacional Hacendaria y concretar la creación de un Consejo Fiscal, que hasta el momento no ha logrado avanzar en la Cámara.

En defensa de la propuesta económica para 2021, el coordinador del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Mario Delgado, destacó que el año siguiente no habrá aumento de impuestos.

Sin embargo, reconoció que probablemente para 2022, el Ejecutivo Federal proponga una reforma fiscal que permita incrementar la recaudación.

“En el 2021 no va a ocurrir porque se va a cumplir el compromiso de que en los primeros tres años no, precisamente por esta estrategia de convencer a la gente que los ingresos, que los impuestos no se van por el caño de la corrupción o el despilfarro para financiar burocracias doradas. Paguemos todos impuestos y vemos hasta dónde da el sistema fiscal”, dijo Delgado.

“¿Sí va a haber reforma en el 2022?”, pregunta del moderado del evento al que el congresista de la mayoría respondió que: “seguramente el gobierno la planteará”.

El presidente de la Junta de Coordinación Política reconoció que el planteamiento de ingresos y egresos perfilado por el Gobierno Federal no podrá “dar más” porque no habrá ingresos suficientes.

“Estamos peleando por un presupuesto que es ya imposible que dé más, porque tenemos ingresos tributarios muy bajos. Ahora, por qué no ha planteado una reforma fiscal el gobierno, esa es una muy buena pregunta. Porque primero tenía que acreditar con la gente, que sus ingresos, que sus impuestos ya no se iban por el caño de la corrupción o el despilfarro”, justificó.

El presupuesto, dijo, le apuesta a la estabilidad, a la austeridad, a no endeudarse, a los programas sociales y las grandes obras de infraestructura como el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto de Santa Lucía, que a la larga, reflejarán su beneficio para la sociedad.

“Mantiene su compromiso de no aumentar impuestos y viene un endeudamiento bastante moderado, para logra que después de este impacto de los requerimientos financieros del sector público históricos, de este aumento que hubo, empiecen a disminuir, aunque sea simbólicamente. Me parece un paquete prudente, donde se ponen por delante primero la inversión social, y un esfuerzo en materia de reactivación a través de los proyecto de infraestructura, de proteger a las empresas y las familias no aumentando impuestos”, refrendó.

Los legisladores de oposición pidieron no perder de vista que en los primeros dos años del gobierno, el Ejecutivo agotó los fondos de estabilización y ahora busca “acabarse” los

fideicomisos, para pagar las grandes obras del Presidente y completar el gasto en programas sociales.

Al alertar que con ello, se “descobija” gran parte del gasto público, en particular el diputado Fernando Galindo, quien reconoció que “no le gustan” obras como la del Tren Maya, porque su rentabilidad tampoco está garantiza, pidió revisar cada proyecto de infraestructura por separado.

El coordinador Romero Hicks coincidió en que los recursos no deben centrarse en las que llamó “quimeras faraónicas” del Presidente, que no contribuirán a atender la crisis económica y sanitaria que se enfrenta.

Recalcó que las “intenciones honestas” y el discurso de austeridad del Primer Mandatario son buenos propósitos, pero tampoco son de utilidad cuando está “rodeado” de corrupción, y cuando se ha confundido la austeridad con el “austericidio”.

Criticaron que el Ejecutivo no muestre “espíritu federalista” ni voluntad de diálogo, y siga con su dinámica de odio y soberbia; deje a un lado a estados y municipios; no contemple medidas para fortalecer la economía interna apoyando a las micro, pequeñas y medianas empresas; no contemple medidas para fortalecer el turismo, más allá que hacer una inversión millonaria en el Tren Maya.

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